No todo es malo. Tras una avalancha de noticias catastróficas e infortunados acontecimientos en todo el mundo, sólo por cuenta del nuevo Coronavirus, el año 2020 se ha convertido en una pesadilla para buena parte de la humanidad, pero en un intento por mirar el vaso medio lleno, se rescatan cosas positivas e importantes que ha dejado a su paso la pandemia.
Si bien la especie humana se caracteriza por defender su paso en el plano terrenal, muchas veces sin considerar qué acciones no son prudentes y, por el contrario, afectan a otros, en ese intento de supervivencia, el contexto sanitario del momento ha puesto en manifiesto la sensibilidad de las personas en este sentido.
Y es que son muchos los actos de bondad que se han demostrado este año en todo el mundo. Desde el abrumante dolor que sienten los profesionales de la salud al ver cómo se escapan de sus manos una y cientos de vidas, hasta los vecinos que se preocupan por acudir con comida al anciano del condominio que no puede salir. Todo, desde los más mínimos actos de solidaridad, han puesto en un nivel superior la capacidad del ser humano de sobrevivir de la mano de sus pares.
Un respiro para el planeta
Durante un tiempo el mundo estuvo prácticamente encerrado. El confinamiento obligatorio que comenzó en Asia, se extendió a Europa y terminó en América, le permitió al planeta respirar. Tanto China como el norte de Italia mostraron una importante disminución en los niveles de dióxido de nitrógeno, un gas tóxico que contamina el aire gravemente, gracias a la reducción de la actividad industrial y la utilización de automóviles.
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Según explicó la agencia de noticias BBC, investigadores en Nueva York informaron que, según resultados preliminares, el monóxido de carbono -principalmente producido por los autos- se redujo en casi un 50%, en comparación con el año pasado en la ciudad.
Al respecto, Oliver Isaacs, emprendedor VIP de la red de liderazgo de entrepreneur.com, explicó que las grandes ciudades son las principales culpables de las emisiones de contaminantes atmosféricos. “Como resultado indirecto de las medidas de seguridad de Covid-19, las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) han disminuido drásticamente en todo el mundo. En Bérgamo, Italia, por ejemplo, la concentración promedio de NO2 durante una semana en marzo fue un 47% más baja que en la misma semana en 2019. En Barcelona, la disminución alcanzó el 55%. Europa no es la única área que se beneficia de un aire más limpio: se ha observado el mismo fenómeno en China y Estados Unidos, entre otros países”.
Lecciones aprendidas
Las improvisadas situaciones que ha presentado el Covid-19, sobre todo a los sistemas de salud del mundo, dejan un sinfín de lecciones aprendidas, que, sin duda, terminarán- en la mayor parte del planeta- con sistemas sanitarios más robustos y preparados. En Colombia, por ejemplo, cuando la situación frente al nuevo Coronavirus esté controlada, la capacidad de respuesta de los hospitales será mayor. Una dotación de Unidad de Cuidados Intensivos que se ha desplegado en todo el territorio nacional les da a los hospitales una capacidad de atención más amplia.
La pandemia también les ha enseñado a las autoridades nacionales, y seguramente de otros países, dónde están las fallas de sus sistemas de salud, desde qué puntos hay que atacarlas y cómo debe ser las nuevas propuestas en este sentido, como aprendizaje de uno de los retos en salud más grande, planteados en los últimos años.
Impulso para negocios tecnológicos
Según Isaacs, las empresas que brindan soluciones de videoconferencia son unas de las que están viviendo un aumento masivo del tráfico y expansión. A su consideración, una vez que las empresas y los usuarios individuales hayan adoptado una solución particular, es probable que al menos una parte de ellos las sigan utilizando una vez que sus métodos de trabajo vuelvan a la normalidad, lo que aumenta el número de clientes potenciales para estos proveedores.
“A modo de consecuencias menos directas, se espera que la mayor necesidad de interacciones remotas confiables y rápidas tenga el potencial de acelerar la adopción de la conectividad 5G, así como las tecnologías de realidad virtual para las empresas (por ejemplo, para fines de capacitación remota)”.
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Hay menos temblores
Thomas Lecocq, geólogo y sismólogo del Observatorio Real de Bélgica, le informó a CNN, que se están registrando menos temblores en la tierra. Explicó que Bruselas está viendo una reducción del 30% al 50% en el ruido sísmico ambiental desde mediados de marzo, cuando el país comenzó a implementar el cierre de escuelas y negocios y otras medidas de distanciamiento social.
En general, los sismólogos están observando menos ruido sísmico ambiental, es decir, las vibraciones generadas por automóviles, trenes, autobuses y personas en su vida cotidiana. Explican que, con la ausencia de ese ruido, la corteza superior de la tierra se mueve un poco menos.