El último planteamiento hecho por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, sobre la reapertura del aeropuerto El Dorado- la principal terminal aérea colombiana- establece una posible fecha de inicio para finales de julio, con planes piloto iniciales de vuelos nacionales que permitan una especie de práctica antes de iniciar de nuevo las operaciones habituales estimadas para septiembre.
A mediados de junio López indicó que el aval de la apertura de El Dorado dependerá de la evolución y control que tenga en las próximas semanas la emergencia por la pandemia. En este orden de ideas, queda la duda de la materialización del plan piloto inicial, tomando en cuenta el aumento exponencial de casos positivos de Covid-19 en el país, sobre todo en ciudades como Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín.
Ante la posible reapertura y ‘nueva normalización’ de los vuelos nacionales anunciados por el Gobierno nacional para septiembre, la máxima terminal aérea del país, El Dorado, anunció que tiene “todas las medidas de bioseguridad y los protocolos para que los pasajeros puedan volar de nuevo cuando las autoridades lo determinen«.
Las medidas de control que llevará a cabo El Dorado ante una posible reapertura son las siguientes:
- Revisión de la documentación para ingreso a la terminal y uso de tapabocas.
- Toma de la temperatura corporal al ingreso del aeropuerto.
- Instalación de 700 dispensadores de antibacterial en toda la terminal.
- Instalación de 482 lavamanos con 280 dispensadores de jabón.
- Instalación de 40 lavamanos portátiles en las zonas públicas y en los ingresos habilitados al aeropuerto.
- Instalación de 40 tapetes de desinfección de zapatos.
- Uso de elemento de protección personal por parte de los colaboradores de la terminal.
- Instalación de 120 canecas en todo el aeropuerto para la disposición de residuos biológicos como tapabocas y guantes.
- Instalación de 10 termómetros digitales sin contacto para medir la temperatura corporal.
- Áreas especialmente habilitadas en migración para atender proceso de tamizaje.
- Instalación de una carpa de aislamiento para el manejo de casos sospechosos de Covid-19.
- Limpieza de todas las áreas con desinfectante de alto espectro y vaporización de baños, con desinfección profunda, una vez al día. Con limpieza de superficies, por lo menos 10 veces al día.
- Desinfección de mobiliarios y tapetes en salas de espera con microdifusor.
- Desinfección de pasamanos, zonas de contacto, counters y escaleras, 10 veces al día.
- Instalación de 225 acrílicos como barreras de protección, instalados en puntos donde se hace atención al público.
- Desinfección tres veces al día de los buses que conectan a las terminales.
- Desinfección de taxis y vans que transportan a los pasajeros.
Avances tecnológicos
- Instalación de corredores térmicos con cámaras termográficas para la toma rápida de temperatura corporal a grupos e individuos.
- Instalación de puertas biométricas en Migración.
- Adquisición de 15 cámaras térmicas para reforzar la seguridad en todo el aeropuerto.
- Verificación de documentos de viaje sin contacto con la ayuda de la auto- entrega de equipaje.
Sobre la normalización de las terminales aéreas en Colombia y el mundo, Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad EAN y bióloga de la Universidad Javeriana, publicó un artículo de opinión en el diario El Espectador, y tras explicar sobre la naturaleza y dinámicas propias de los aeropuertos concluyó:
“El poder ecológico aeroportuario creciente debe asumirse y gestionarse como lo que es: un gran organizador del territorio y de su funcionalidad, más o menos sostenible, con gran capacidad adaptativa para continuar conectando puntos del universo aún en medio de las peores tormentas: no mantendremos la cohesión del mundo sólo con bicicletas, veleros o con trenes, aunque replantear la diversidad de modos de desplazarnos y comerciar sigue siendo indispensable en esa construcción de sostenibilidad. Entretanto, los aeropuertos evolucionarán como nodos organizadores de redes neurales del planeta y probablemente se constituirán en uno de los primeros sistemas coloniales ciborg (en el sentido simbiótico y de acción colectiva de la palabra) altamente especializados, donde convergen y se articulan las mejores capacidades de cómputo y gestión de la incertidumbre con la mejor de las cualidades humanas: trabajar en equipos que requieren y valoran la diversidad”.