Entre marzo y abril, cuando Italia era el país europeo más golpeado por el Covid-19, Lombardía, una de las 20 regiones que conforman la nación, era arrastrada por una de las peores enfermedades de la época actual. Cientos de muertos en un día, caravanas de féretros enterrados en fosas comunes y la necesidad de escoger a quién salvar por la insuficiente capacidad hospitalaria del momento fue el panorama de la ciudad por un par de meses.
Hoy, el país de la pizza se ubica como el noveno con más casos positivos del nuevo Coronavirus (238 mil 720) y el cuarto con más decesos (34 mil 657). De éstos- sólo en Lombardía- con 10,06 millones de habitantes, han ocurrido 6 mil 575 muertes. Es la región más afectada de Italia, hasta ahora.
Dos meses después de que en Italia ocurriera lo que hasta ahora sido el pico epidemiológico más alto de Covid-19, tras una oleada de desobediencia ciudadana ante incredulidad de lo que el nuevo Coronavirus sería capaz de ocasionar, el país ha evidenciado en sus esfuerzos de confinamientos y respeto por el distanciamiento social una reducción significativa en el número de contagios y muertes: ayer se confirmaron 221 casos positivos (mucho menos de la mitad que los anunciados a diario por el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia) y 23 muertes en todo el país. Italia se levanta de una de las peores crisis nacionales de los últimos años.
Colombia fue testigo, a través de innumerables fuentes, de lo que en Italia ocurría. Desde marzo, cuando se registró el primer caso positivo en el país y comenzó la emergencia sanitaria y medidas de confinamiento, la intención del Gobierno nacional siempre estuvo orientada en evitar repetir la historia del país europeo. Cuidar la capacidad hospitalaria era la premisa. Se temía un colapso del sistema y con él un desborde de muertes por no poder dar atención oportuna a todos. Colombia se mantuvo al margen de las crisis sanitarias que tanto se reportaba en Italia. Pero las medidas se fueron flexibilizando y la responsabilidad individual también.
Hoy Colombia parece tener su propia Lombardía. Se trata de uno de los departamentos más pequeños del país. Atlántico, la cuna del carnaval, el baile y los colores hoy parece sumergirse en el mismo destino de la región italiana. Con dos millones y medio de habitantes hoy suma 16 mil 229 casos positivos de Covid-19, cinco mil 312 más que Bogotá, ciudad con casi ocho millones de habitantes.
Sí, el incumplimiento de las medidas de distanciamiento social y confinamiento han sido las evidentes causas del brote de Covid-19 en Atlántico. Apenas ayer, el departamento registró 39 de los 73 fallecidos de todo el territorio nacional, es decir el 53%. Veinte de los fallecidos estaban en Barranquilla y 14 en el municipio de Soledad. Mientras tanto en Bogotá, la ciudad más complicada del país por su extensión poblacional, hubo ocho decesos ayer. Los lamentables números demuestran que en Atlántico han muerto hasta la fecha 655 personas por Covid-19 y en Bogotá 490. ¡Preocupante!
Restricciones locales
El pasado 16 de junio la capacidad de Unidad de Cuidados Intensivos en Barranquilla alcanzó el 50%, razón por la cual el alcalde Jaime Pumarejo anunció Alerta Naranja y asumió, a través de la Secretaría de Salud local, la administración de las camas.
Pero el problema no sólo se registra en la capital del Atlántico. En el municipio de Soledad para los tres puentes festivos de junio se decretó toque de queda y ley seca. Así lo ordenó el alcalde Rodolfo Ucrós Rosales, mediante el Decreto 190 del 13 de junio (2020) con el cual se acoge al Decreto Departamental 232 que ordena a los alcaldes del Atlántico a adoptar medidas extraordinarias y transitorias con motivo del incremento de los casos de Covid-19 en la región.
Ante la preocupante situación del Atlántico el Ministro de Salud y Protección Social intervino:
«Tras un análisis que hicimos en conjunto frente a la situación, con una velocidad alta de contagios que se ha presentado en las dos últimas semanas, adicionalmente un crecimiento del consumo de UCI con niveles que se acercan al 90% y por las situaciones de indisciplina social, se tomó la decisión de tomar medidas restrictivas para la ciudad de Barranquilla y el departamento del Atlántico, que consisten en limitar las actividades de tipo comercial no esencial hacia lo que tiene que ver con suministro de alimentos y lo que tiene que ver con elementos de salud y aseo, restringiendo las demás actividades comerciales. Además, habrá restricciones en el consumo y la venta de licor, de tipo pico y cédula y otras acciones especialmente de comunicación dirigidas a orientar a la comunidad y a buscar su mayor adherencia a las recomendaciones y normas expedidas obligatorias que competen al distanciamiento físico».
En la región costeña habrá, entre otras medidas, pico y cédula con dos dígitos, toque de queda los fines de semana y noches, sólo habrá venta y consumo de licor de lunes a viernes entre 5 de la mañana y 8 de la mañana, límite del uso de parrillero, restricción a motocarros y bicicoches. Los días sin IVA, del 3 y 19 de julio, solo habrá venta por medios electrónicos.
Para mitigar la situación, el Gobierno regional del Atlántico solicitó a inicios de la pandemia 200 ventiladores para ampliar la red de Unidad de Cuidados Intensivos en el departamento. La semana pasada llegaron los primeros 49 y ayer otros 50. Los artefactos, importados de Estados Unidos, serán distribuidos entre la red pública y privada del Atlántico en Barranquilla, Sabanalarga, Luruaco, Baranoa y Soledad.
Urgente llamado a la disciplina social
La desobediencia ciudadana tiene preocupados al Gobierno nacional y departamental. La directora del Instituto Nacional de Salud (INS), Martha Ospina, alzó su vos para pedir apoyo de quienes no forman parte del gabinete oficial nacional: los ciudadanos.
«Sin responsabilidad individual, sin autogobierno, sin una actitud seria frente a los riesgos que como sociedad podemos enfrentar, si seguimos con una trasmisión acelerada del virus, será muy difícil mantener la capacidad de identificar y aislar los casos y sus contactos, de manera que crecerán incontroladamente los casos y dentro de ellos los que requieran hospitalización y los que mueran».
La funcionaria reiteró que la población debe cumplir de manera estricta cuatro medidas básicas de protección individual:
- Evitar los lugares con aglomeraciones y evitar generarlas.
- Usar tapabocas siempre y en todo lugar de manera correcta.
- Lavarse las manos frecuentemente.
- Mantener la distancia de al menos dos metros con otras personas.
“La pérdida de conciencia del riesgo por parte de los ciudadanos y creer que el virus no existe o que Colombia está ya en fase de descenso nos puede estar llevando a una despreocupación generalizada y por ende a la falta de rigurosidad en el mantenimiento de las cuatro medidas básicas de protección ampliamente difundidas y necesarias”.