Mucho se ha hablado del pico epidemiológico en Colombia. Las primeras predicciones se dieron a finales de marzo, cuando apenas comenzaba la cuarentena obligatoria en el país. Las medidas fueron reforzándose en busca de evitar un abrupto aumento de casos. Los resultados fueron positivos y las cifras se mantuvieron estables mientras duró el confinamiento. Luego, con las flexibilizaciones de las medidas y el retorno de varios sectores económicos los números comenzaron a dispararse y las predicciones cambiaron.
Aplanar la curva está relacionado con la puesta en marcha de las medidas adecuadas- ciudadanas, políticas y económicas- que impliquen reducir la cantidad de infectados, no de eliminar la enfermedad. Es lo que el Gobierno nacional vino haciendo hasta finales de abril. Hoy, cuando hay menos restricciones y más confianza en la disciplina ciudadana, parece que el pico si está por venir.
A principios de mayo, el ministro de salud y protección social, Fernando Ruiz Gómez, afirmó que el país tendría su pico epidemiológico por Covid-19 para finales de junio. “El pico se ha retrasado con las medidas de cuarentena. De no haberlo hecho, los casos se habrían disparado desde mayo. La expectativa es que podríamos tener un pico entre la última semana de junio y la primera de julio”.
Por su parte, Carlos Álvarez, coordinador nacional sobre estudios Covid-19 ante la Organización Mundial de la Salud, explicó que el retraso del pico epidemiológico son las consecuencias de regulaciones efectivas que buscan aplanar la curva.
“Sumadas a las acciones colectivas y al autocuidado de cada ciudadano, la curva original esperada empieza a modificarse, dando lugar a la reducción de los números de casos de personas que adquieren el virus, de hospitalizaciones, de muertes y, por lo tanto, de la fuerza de propagación del virus; contrario a lo que se tenía proyectado si no se hubiese intervenido”.
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Tomando como ejemplo lo que sucede en el país, asegura que lograr aplanar la curva no siempre está relacionado con que desaparezca la enfermedad, sino que sea menos alta su incidencia y más dispersa en el tiempo.
“La idea no es llegar a un pico epidemiológico, es decir, la mayor cantidad de contagios y de muertes en un periodo de tiempo. El objetivo es que haya un mini pico, que sea más gradual”.
¿Cómo se aplana la curva?
Según Álvarez, para determinar el aplanamiento de la curva se tienen en cuenta los siguientes indicadores:
- Número de reproducción efectiva Rt: es el número de contagiados a partir de una persona infectada en un determinado tiempo, es decir, la velocidad con la que el virus se está propagando.
- Número de casos positivos: la cantidad de pruebas que salen positivas de las que se practican en total. “Este número nos demuestra, de una manera indirecta, qué tanto está circulando el virus”.
- Número de fallecidos: es la variable para demostrar el impacto que ha tenido la infección en la población. “Nos señala, además, cómo está la atención en salud del territorio”.
- Número de camas disponibles en UCI y hospitales: una de las preocupaciones que se genera con esta pandemia es que un segmento de la población requerirá hospitalización y un porcentaje de éstos necesitarán remisiones a cuidados intensivos. “Lo que se busca, es que siempre se pueda dar una respuesta favorable a las atenciones en salud”.
- Número de personas circulando en la calle y haciendo uso de medios de transporte: dada la naturaleza del virus causante de la Covid-19, de ser altamente contagioso, uno de los focos de propagación más comunes son los buses, metros y medios de transporte masivo, por ello funge como indicador en el aumento o disminución de casos.
A su consideración, el comportamiento de la epidemia en Colombia ha tenido el efecto esperado, gracias a las restricciones decretadas por el Gobierno nacional y al comportamiento ciudadano.