La familia es el refugio donde, en teoría y como humanos, somos aceptados y festejados por los que somos, sin importar la condición económica, cultural, intelectual, religión o preferencia sexual. La familia debe ser el núcleo que nos cobije, apoye, ame y respete, donde se sienten las bases para el desarrollo y progreso de la vida en todos sus contextos.
Pero más allá de la retórica y conceptos estructurales, hoy día existen gran cantidad de espacios familiares que resultan ser más dañinos que el mundo ajeno al hogar.
Colombia tiene 52 días de confinamiento, producto de la cuarentena decretada por el Gobierno nacional para mitigar la propagación del Covid-19. Desde el 24 de marzo los espacios que los integrantes de las familias tenían- de manera individual- se acabaron y ‘les tocó’ solucionar sus situaciones personales, estudiantiles y profesionales en un mismo espacio, 24 horas al día, los siete días de la semana.
Tal parece que las familias no cuentan con las herramientas suficientes como para convivir juntos tanto tiempo. De inmediato las denuncias de violencia intrafamiliar comenzaron a aumentar en el país. Las autoridades nacionales rápidamente se mostraron preocupadas, porque- de la mano con una de las enfermedades más contagiosas y peligrosas de todos los tiempos- se suma el peligro que representa para las familias pasar tanto tiempo juntos. ¡Paradójico!
La violencia intrafamiliar en Colombia ha aumentado. Hasta mediados de abril el Observatorio Colombiano para las Mujeres había reportado un aumento del 142% en denuncias a través de la línea 155 y las cuales estaban relacionadas a hechos de violencia en la familia.
Según datos de la organización, coordinada por la Consejería Presidencial para la Mujer, Bogotá registra el mayor número de llamadas (42%). Le siguen Antioquia (11%), Valle del Cauca (9%), Cundinamarca (6%) y Santander (4%). Los departamentos que experimentaron los mayores aumentos de llamadas en 2020, en comparación con 2019, fueron Sucre, Caquetá, Bolívar, Meta y Atlántico.
“Desde el 25 de marzo y hasta el 11 de abril los equipos psicojurídicos de la línea 155 atendieron mil 674 reportes de violencia intrafamiliar, lo que se traduce a 982 casos por encima de los 692 que se registraron en el mismo periodo del año pasado».
Al respecto, la consejera para la Equidad de la Mujer, Gheidy Gallo, informó que de las dos mil 209 personas que se comunicaron con la línea 155 durante el confinamiento, el 89,6% recibió apoyo sobre las rutas de atención en violencias, a 9,7% se les otorgaron psicológicas y jurídicas. Otros casos, (0,7%) fueron remitidos a otras entidades competentes, como la línea del 141 del ICBF (cuando se involucran niños, niñas y adolescentes) o a la línea 122 de la Fiscalía (cuando se requiere entablar una denuncia penal).
Formas de violencia intrafamiliar
Son varios factores los que influyen en el aumento de casos de violencia dentro del núcleo familiar: las limitaciones sociales, exceso de responsabilidades de manera simultánea, falta de tiempo y espacio individual y/o problemas financieros generados por la recesión económica.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) alerta sobre las formas de violencia intrafamiliar que se pueden presentar:
- Puede provenir de acciones que causen daño psicológico, como aquellas que están destinadas a degradar o controlar acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas. Esto se puede presentar a través de la intimidación, manipulación, amenazas directas o indirectas, humillación y aislamiento.
- Acciones que causan daño o sufrimiento físico, como los golpes, empujones, quemaduras y lesiones.
- Acciones que generan daño o sufrimiento sexual como obligar a una persona a mantener relaciones sexuales o a participar en interacciones sexuales a través de la fuerza, intimidación, coerción, chantajes, soborno, manipulación, amenaza o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad personal.
- Acciones que generen daño patrimonial, como la pérdida, transformación, destrucción, sustracción o retención de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, valores o bienes económicos destinados a satisfacer las necesidades.
Según la Ley 1257 de 2008, todas las personas que dentro de su contexto familiar sean víctimas de daño físico, psíquico o daños a su integridad sexual, amenazas, agravios o cualquier otra forma de agresión por parte de un miembro del grupo familiar, pueden pedir una medida de protección a la Comisaría de Familia o al Juez Civil Municipal o Promiscuo Municipal en los lugares donde no hay Comisaría de Familia.
Además de la comunicación directa con las Comisarías de Familia, diferentes entidades del Gobierno nacional tienen líneas de atención donde se puede informar, desde cualquier parte del país, acerca de casos de violencia intrafamiliar para recibir orientación profesional y atención:
*Línea Nacional 155 de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer.
*Policía Nacional 123.
*Línea Fiscalía General de la Nación 122, para presentar denuncias de violencia intrafamiliar, violencias basadas en género y violencia sexual.
*Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Línea Gratuita Nacional: 018000918080 y Línea de Protección a Niños Niñas y Adolescentes 141. WhatsApp: 3202391685, 3208655450 y 3202391320.