Desde que una persona presenta alguna alteración en su estado de salud- aunque no lo demuestre- debe considerarse vulnerable. Hoy, los centros médicos del país están habilitados para atender una de las enfermedades más complejas de todos los tiempos. El miedo, la incertidumbre y la preocupación se ha apoderado de todos los actores de una sociedad, incluyendo de quienes tienen la experticia y responsabilidad de atender la salud de la población.
Varias han sido las denuncias de pacientes que se han quejado por malos tratos o rechazo por parte de los profesionales de la salud, ante la sospecha o comprobación de un diagnóstico positivo de Covid-19. La Superintendencia de Salud se ha encargado de recibir las denuncias y canalizarlas con advertencias hacia el personal sanitario que ha incurrido en la falta. El llamado es a acatar lo que por ética profesional les corresponde.
Al respecto la especialista en psicología clínica, Rosangel Piña, explica que la vulnerabilidad de los pacientes ante la sospecha o comprobación de la enfermedad aumenta. El virus, por las complicaciones que pueda ocasionar- las cuales terminan siendo una especie de azar- genera angustia, enojos, ansiedad, depresión y un sinfín de sentimientos que aumentan la sensibilidad del paciente, ante esta situación los médicos y enfermeros deben ser cuidadosos con su trato.
“Todos los profesionales de la salud debemos ser conscientes, empáticos y humanizarnos aún más. Aunque tengamos miedo, eso no implica que tratemos a los pacientes con temor y peor aún que les manifestemos rechazo. Recordemos que los profesionales de la salud estamos para devolverle a las personas su mejoría física y emocional y aliviar sus dolencias. La relación médico – paciente es un vínculo interpersonal entre alguien con un problema de salud y alguien con conocimientos pertinentes a su solución, lo cual le da un carácter de servicio y humanidad ligado a la ética profesional”.
En este sentido, la profesional aclara cuáles son los roles de cada uno de los actores en la relación médico-paciente:
- Obligaciones del personal de la salud con el paciente:
- Comprometerse con la atención total.
- Crear un entorno que preserve la dignidad.
- No revelar información íntima y confidencial.
- Preocupación genuina por el bienestar.
- Obligaciones del paciente:
- Buscar ayuda pertinente y adecuada para su patología.
- Desear recuperarse.
- Comunicar al profesional de la salud sus inquietudes desde el principio.
- Compartir sus historias médicas completas y adecuadamente.
- Colaborar activamente con el tratamiento.
- Cumplir con las políticas de la institución.
El profesional de la salud, indistintamente de la especialidad que desempeñe, debe cumplir con las siguientes características para que la relación con su paciente se dé forma satisfactoria, promoviendo no sólo la mejoría y/o cura de éste, sino también la adherencia a los tratamientos que todo paciente requiere:
- Rapport (generación de un adecuado vínculo entre el profesional sanitario y el paciente).
- Confiabilidad y confidencialidad.
- Calidez.
- Empatía.
- Asertividad.
- Escucha activa.
- Conocer los límites de sus competencias y habilidades.
- Ser capaz de abstenerse a hacer juicios de valor.
- Responsabilidad.
- Capacidad de reconocer y contener las angustias del paciente.