El Covid-19 ya es una pandemia. La OMS- a partir de la propagación del virus y de lo incierta que aún resulta su cura – hizo el anuncio esta semana. La intención es la de lograr que todos los países del mundo consideren medidas extremas y especiales que frenen la propagación de la enfermedad.
“Es probable que la Covid-19 se convierta en una enfermedad estacional, por eso necesitamos una solución duradera”, asegura el presidente de la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas, Thomas Cueni. El experto ha informado que el mundo está trabajando contra reloj para lograr la vacuna. Hay 82 ensayos clínicos en marcha.
Aunque la Organización Mundial de la Salud hace menos de un mes estimó que la aplicación de una vacuna que combata la enfermedad tardará entre 12 y 18 meses, en España la farmacéutica PharmaMar pedirá autorización para ensayar en pacientes infectados con coronavirus la aplicación del compuesto Aplidin, luego de que las pruebas en laboratorio- hechas en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CISC)- hayan mostrado que podría curar la enfermedad.
PharmaMar ensaya desde hace varios años el uso del compuesto Aplidin para el tratamiento del mieloma múltiple y también lo está probando para que se convierta en una posible cura del nuevo coronavirus. La farmacéutica ha explicado que los resultados de los estudios in vitro de Aplidin en el coronavirus humano HCoV-229E- que tiene un mecanismo de multiplicación y propagación muy similar al Covid-19- han resultado ser positivos con una potencia del orden nanomolar.
«La diana terapéutica de Aplidin, que es el EF1A, es clave para la multiplicación y propagación del virus”, explica la empresa investigadora, la cual realiza los estudios en el Centro Nacional de Biotecnología del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
PharmaMar- en un comunicado remitido este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) asegura que contactará a las autoridades regulatorias para analizar las posibilidades de estudios en pacientes infectados con el Covid-19.
Otros avances en pro de conseguir una vacuna
En el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid, se lleva a cabo un proyecto financiado por la Comisión Europea para desarrollar anticuerpos monoclonales y tratar a pacientes ya contagiados de Covid-19. El equipo de 16 profesionales quiere desarrollar una inmunización que incluye un virus atenuado para que el sistema inmune genere anticuerpos contra el virus real y un adyuvante que potencia la respuesta inmune general. Antes de crear una vacuna contra el SARS-CoV-2, el equipo debe ahora identificar los genes de virulencia del patógeno y crear la nueva versión inocua del mismo, un trabajo que llevará meses.
El Centro de Desarrollo de Vacunas de la Universidad Baylor (EE.UU.), por su parte, está desarrollando una vacuna universal a partir de la que ya crearon contra el SARS. Ésta podría ser un arma de protección parcial para prevenir casos graves de la Covid-19 y posiblemente reducir la mortalidad. El equipo de este centro de desarrollo está creando una vacuna similar que incluye la secuencia genética exacta de la proteína S que el SARS-CoV-2 utiliza para unirse a las células humanas e infectarlas.
Janssen Pharmaceutical, filial de Jonhson & Jonhson, es otra de las organizaciones que alrededor del mundo está concentrando sus esfuerzos científico en lograr una vacuna efectiva que combata el nuevo coronavirus. El equipo retoma dos de sus tecnologías estrella: Advac, la plataforma de vectores virales más utilizada para el diseño de vacunas, y PER.C6, un sistema de fabricación para producir una gran variedad de productos; que demostraron su eficacia para la vacuna experimental contra el ébola, el zika, el VRS (Virus sincitial respiratorio) y el VIH.