Primera parte: El Régimen Subsidiado como resultado de equidad al Derecho a la salud en Colombia
Hace 25 años el país desarrolla una ley que terminó siendo la más revolucionaria en lo social en los últimos 50 años, por su dimensión y cifras para mostrar: logra la cobertura universal en sus tres dimensiones, pasa de una cobertura poblacional de la seguridad social en salud de menos del 30% a más del 95%, del gasto de bolsillo superior al 43% a menos de 20% y a un plan de beneficios tremendamente amplio.
En equidad se logró la igualdad en derechos independiente a su capacidad de pago, la posibilidad de acceso a tecnologías de última generación y de acceso igualitario a prestadores con altos niveles de calidad.
Muchos resultados de salud resultan extraordinarios en su promedio: los de enfermedades infecciosas y agudas que se mejoran de manera significativa, por ejemplo, la mortalidad en niños menores de 5 años que pasó de 24,2 a 13,6 o por EDA en ese mismo grupo de 33,8 a 3,5.
Sin embargo, los promedios y el análisis de la evolución ocultan realidades distintas como las que muestra el cuadro siguiente:
Cuadro: Indicadores departamentos seleccionados Comparativo
Fuente: Así vamos en Salud – DANE – Estadísticas vitales – (1): Nota: la proporción es tomada sobre el total de afiliados incluyendo los afiliados de Regímenes de excepción. DANE.
Las diferencias en estos tres resultados de Salud, de Chocó, La Guajira y Guainía, que representan la población más pobre, y en consecuencia donde predomina el Régimen Subsidiado y Antioquia, Valle y Bogotá, entidades “ricas”, que no han logrado los resultados de Salud del promedio del país y mucho menos de los departamentos más aventajados que tenían hace más de 20 años, y que hoy comparativamente están muy lejos. Esta es la constante en la gran mayoría de los resultados en Salud del país. Y es ahí, que se hace necesario hacer el énfasis en las razones de fondo de estas diferencias; el nivel de desarrollo general, el déficit de la disponibilidad de bienes y servicios, la pobreza y las diferencias muy marcadas y desiguales en la operación entre el Régimen Contributivo y el Régimen Subsidiado que se ve reflejada en deficiencias inevitables en calidad, son en su conjunto las razones de estas diferencias. Es decir, las inequidades sociales, no han permitido que el Sistema de Salud pueda lograr los resultados deseados.
Figura. Severidad de la pobreza por Departamentos – Colombia – 2018
Fuente: DANE – www.dane.gov.co
Resultado de todo ello, reflejado en el Sector Salud, hay por lo menos en Colombia dos países muy distintos demográficos, socioeconómicos y epidemiológicos, que se comportan distinto, con niveles de desarrollo distantes y con entre otras muchas características:
Un país urbano con diferencias, concentrado en grandes ciudades, no tan marcadas, de clase media, pujante y envejecido, de predominio de mortalidad de enfermedades crónicas, en transición demográfica moderada, muy acelerada.
Otro país marginado, predominantemente rural, disperso, pobre, joven y con preponderancia de mortalidad de enfermedades infecciosas y materno infantiles. Todos los indicadores demográficos, epidemiológicos y socio económicos, son totalmente distintos.
En resumen, el efecto de las desigualdades sociales, los determinantes de la Salud, sumado al déficit evidente en la disposición de los mínimos en la oferta de servicios de Salud, se reflejan en los resultados de Salud.
Para muchos, a pesar de estos resultados, el mayor logro del Sistema de Salud colombiano es el Régimen Subsidiado en sí mismo, como resultado de equidad, como una forma de poder ejercer y gozar de manera muy concreta el Derecho a la Salud.
La progresividad de la cobertura de aseguramiento en Salud ha tenido un efecto claro en el cierre de brechas sociales. El Régimen Subsidiado ha tenido un papel de compensación hacia los departamentos más pobres.
*** Espera la segunda parte de este artículo en nuestro boletín de la próxima semana.
Escrito por: Miguel Uprimny – Líder en Salud, Gestarsalud.