Estigmatización e ignorancia, los retos pendientes en el VIH/Sida

Foto: El Espectador

Hace 35 años, contraer el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) era una sentencia de muerte. Hoy, los mayores obstáculos para los portadores no son médicos, sino los estigmas que la sociedad todavía no supera.

VIH: estas tres letras significaban una sentencia de muerte hace 35 años, cuando Star Wars era sólo una trilogía, cuando la primera computadora personal estaba revolucionando la sociedad tal como la conocíamos y cuando el virus se vinculó por primera vez al sida.

El 23 de enero de 1983, el científico Luc Montagnier, del Instituto Pasteur de París, identificó por primera vez el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) como la causa del sida, una enfermedad entonces considerada rara y detectada en hombres homosexuales, que pronto se convertiría en una de las peores epidemias en la historia humana.

Sin embargo, esas tres letras han llegado a significar algo muy diferente en los últimos 35 años. Ahora las personas pueden vivir con VIH, el conocimiento de la enfermedad ha mejorado sustancialmente y un niño hijo de madre VIH positiva puede nacer libre del virus.

Para el año 2020, la aspiración es que el mundo haya logrado el llamado objetivo 90-90-90 propuesto por Onusida, lo que implica que 90 % de las personas infectadas por el VIH/Sida conozcan su estado, que 90 % de ellas reciban tratamiento antirretroviral y que 90 % de quienes estén en tratamiento tengan niveles indetectables del virus en la sangre.

No obstante, en América Latina, el Caribe y África —las regiones donde vive la mayoría de las personas con VIH— todavía hay un largo camino por recorrer para alcanzar estos objetivos, según señala Onusida en su informe de estado de 2017 “Ending AIDS: progress towards the 90-90-90 targets”.

Sólo un país africano, Botswana, se encuentra entre los siete que ya alcanzaron el objetivo 90-90-90, uniéndose a Camboya, Dinamarca, Islandia, Reino Unido, Singapur y Suecia.

En América Latina y el Caribe, sólo cuatro países han logrado al menos uno de los objetivos: Brasil, Chile, Ecuador y Haití. Eso ocurre después de que algunos países de la región avanzaran a pasos agigantados en su lucha contra la enfermedad, en especial Cuba, que se convirtió en 2015 en el primer país del mundo en eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo.

Según el informe de Onusida, pese a los desafíos que aún restan, América Latina ha hecho importantes progresos.

Por ejemplo, la cantidad de personas en tratamiento casi se duplicó en seis años, pasando de 32 % en 2010 a 58 % en 2016. No obstante, la situación no es la misma en toda la región, y hay países como Bolivia, Guatemala, Jamaica, Paraguay, República Dominicana y Surinam que aún intentan superar el tercio de seropositivos en tratamiento. En Colombia, según cifras del Ministerio de Salud, de las 73.465 personas que fueron diagnosticadas con infección para 2016, 65.044 reciben tratamiento con medicamentos antirretrovirales.

Fuente: El Espectador – Artículo completo

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