Tres meses aproximadamente pasaron para que se registrara el primer caso de Covid-19 en América Latina. Lo que parecía estar a kilómetros del continente americano, cruzó el océano y atacó. Hoy, todos los países de la región están infectados.
Las inversiones en salud pública de buena parte de los países de la región les permiten a los expertos hacer presunciones. Comparan anticipadamente la situación de Asia y Europa y suponen que América Latina podría sucumbir a la enfermedad de una manera aún más dramática.
De acuerdo con un estudio del Instituto de Estudios para Políticas de Saúde (IEPS) —un centro de investigación independiente enfocado en la creación de políticas públicas de salud en Brasil—, México destina el 3% de su PIB a la salud pública y Venezuela el 1,7%. El promedio en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es del 6,6%. Italia, por ejemplo, el escenario más dramático del Coronavirus en estos días, destina el 6,7% de su PIB a la salud pública.
En este sentido, queda claro que la región es una de las que menos invierte en salud: 949 dólares per cápita, casi cuatro veces menos que los países miembros de la OCDE e incluso menos que el promedio de los países de Medio Oriente y el norte de África. Son varias las circunstancias que agravan las condiciones en América Latina, de ahí que los gobiernos deben correr a contener la propagación de la enfermedad. El riesgo de alcanzar y superar las dramáticas situaciones de Italia, Wuhan y España es alto. Un desafío que los mandatarios locales deben superar.
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Situación Colombia
Sin duda, Colombia empieza a enfrentar un desafío en salud sin precedentes. El resto de los países del mundo, incluyendo las grandes potencias no son la excepción. Durante la etapa de preparación, el Gobierno nacional informó que el país cuenta con 13.572 camas en cuidados intensivos e intermedios. Los expertos han sacado sus cuentas y conclusiones. Claramente no hay suficientes camas para la población que necesitará estos cupos, contando que existen otros pacientes con patologías crónicas distintas y que también requieren atención médica especial.
La cuarentena comenzó y en esta extrema medida está puesta la esperanza de las autoridades y de la ciudadanía, la cual, a conciencia debe responder por su bienestar manteniéndose resguardado.
La capacidad hospitalaria en el país no es suficiente si la propagación no logra contenerse. Colombia podría, así, comprobar las hipótesis que los expertos han hecho sobre los resultados en el continente.