Las vacunas de Janssen, Pfizer, AstraZeneca y Sinovac mostraron una efectividad del 73,7 % para prevenir la muerte sin hospitalización previa.
Redacción Gestarsalud
El 17 de febrero comenzó en Colombia el Plan Nacional de Vacunación (PNV) contra el covid-19, cuyo objetivo inicial era proteger contra el virus a las poblaciones con más riesgo frente al virus, que eran los mayores de 60 años.
Y si bien algunos datos ya mostraban la efectividad de las vacunas usadas en Colombia en medio de la tercera ola de la pandemia, que coincidió con los primeros meses del PNV, aun no se había estimado el potencial salvador de los biológicos.
Esta semana el Ministerio de Salud presentó el primer estudio formal y nacional que estima la efectividad de las vacunas contra el covid-19 para prevenir la hospitalización y la muerte de adultos mayores con esquemas completos de las vacunas de Janssen (Ad26.COV2.S), Pfizer/BioNTech (BNT162b2), Oxford/AstraZeneca (ChAdOx1 nCoV-19) y Sinovac (CoronaVac).
Y, como se esperaba, confirmó que los datos arrojados por los ensayos clínicos fueron muy coincidentes con el uso de todas estas vacunas en el mundo real.
En concreto, los investigadores realizaron un estudio de cohorte de base poblacional en el que se siguieron entre el 11 de marzo y el 11 de agosto de 2021 (cinco meses) a 3’346.826 personas en dos grupos: vacunados y no vacunados (1’673.413 personas en cada uno), utilizando fuentes secundarias de información.
Se tuvieron en cuenta tres desenlaces posibles para los dos grupos: hospitalización sin muerte posterior, es decir, quienes tuvieron registro de atención hospitalaria por covid-19, pero no tenían registro de defunción; muerte por covid-19 después de hospitalización; y muerte por covid-19 sin hospitalización previa.
Al revisar los datos de la población participante, se halló que el 34,6 por ciento de los participantes tenía al menos una comorbilidad de base identificada como factor de riesgo para enfermar gravemente y morir por covid-19 y la mayoría de los vacunados habían recibido dos dosis de Sinovac, la vacuna más usada en los mayores de 80 años.
Las vacunas que más se aplicaron en la población del régimen subsidiado fueron las de Sinovac y Janssen, mientras que en el contributivo se usaron mayoritariamente las de Pfizer y AstraZeneca.
En primer lugar, el estudio estableció que, como se preveía, el riesgo de hospitalización y de muerte por covid-19 fue mayor para las personas de más de 60 años no vacunadas.
Luego de tener en cuenta factores como sexo, edad, régimen de afiliación al sistema de salud, presencia de comorbilidades, pruebas PCR y municipio de residencia, la efectividad de las vacunas contra el covid-19 en las personas de 60 años y más en Colombia fue del 69,9 por ciento (65,5 % – 73,7 %) para prevenir la hospitalización por esta causa, del 79,4 por ciento (77,2 % – 81,4 %) para prevenir la muerte después de la hospitalización y del 74,5 % (71,1 % – 77,5 %) para prevenir la muerte sin hospitalización previa.
El estudio puntualiza que la efectividad de las vacunas usadas en Colombia para prevenir la muerte disminuyó en un 25,1 y 28,6 por ciento respectivamente para las personas con y sin antecedente de hospitalización por covid-19 cuando se comparan los adultos entre 60 y 69 años con los adultos de 80 y más años.
“Las personas vacunadas presentan con mucha menor frecuencia desenlaces adversos de salud independientemente del grupo de edad. Durante el tiempo mediano de seguimiento (64 y 78 días para Pfizer y Sinovac, respectivamente) no parece haber pérdida de protección ofrecida por la vacunación”, sugirieron además los autores.
En una mirada a cada tipo de vacuna, se encontró que la mayor efectividad se presentó para la vacuna de Pfizer, pues mostró una efectividad del 90,3 por ciento para prevenir la hospitalización sin muerte posterior, del 98,5 por ciento para prevenir la muerte después de la hospitalización y del 89,2 por ciento para prevenir la muerte sin hospitalización previa.
La vacuna de AstraZeneca mostró una efectividad del 75,4 por ciento para prevenir la hospitalización sin muerte posterior, del 96,3 por ciento para prevenir la muerte después de la hospitalización y del 88,7 por ciento para prevenir la muerte sin hospitalización previa.
La de Sinovac tuvo una efectividad del 67,2 por ciento para prevenir la hospitalización sin muerte posterior, del 77,1 por ciento para prevenir la muerte después de la hospitalización y del 69,8 por ciento para prevenir la muerte sin hospitalización previa.
Para la de Janssen se estimó una efectividad del 80 por ciento para prevenir la hospitalización sin muerte posterior y del 75 por ciento para prevenir la muerte sin hospitalización previa. En esta vacuna no fue posible estimar la efectividad para proteger contra la muerte después de la hospitalización debido a la ausencia de eventos observados.
“Las vacunas de Janssen, Pfizer/BioNTech, Oxford/AstraZeneca y Sinovac son altamente efectivas para prevenir la hospitalización y la muerte por covid-19 en adultos mayores de 60 años, si bien la efectividad de todas ellas disminuye conforme aumenta la edad para todas las vacunas”, concluye el estudio.
En ese sentido, se determinó que, si bien los mejores resultados se encontraron entre las personas de 60 a 69 años, entre los de más de 80 años las vacunas se mostraron altamente efectivas para prevenir la hospitalización sin muerte posterior (58,1 %) y más aún para prevenir la muerte, tanto después de la hospitalización (69 %) como sin hospitalización previa (65,3 %).
En otras palabras, la efectividad para prevenir la hospitalización cayó del 88,7 % en personas de 60 a 69 años a 58,1 % en mayores de 80 años.
Los autores señalan que, de acuerdo con investigaciones previas, los cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento (inmunosenescencia) parecen ser determinantes en el desempeño de las vacunas contra el Sars-CoV-2 conforme la persona tiene mayor edad.
“La evidencia sugiere que a pesar de que la efectividad de la vacunación decae con la edad, la aplicación de una dosis adicional incrementa la respuesta inmune lo cual puede aumentar la protección contra la infección por Sars-CoV-2”, menciona el documento sobre la posibilidad de una dosis de refuerzo en estas poblaciones.
Dentro de las conclusiones los autores anotan que en el periodo de análisis la mayoría de las infecciones se presentaron por cuenta de la variante de Mu, por lo que se puede hacer una inferencia indirecta de que las vacunas protegen contra esta forma del covid-19.