Un estudio publicado el 12 de mayo en la Revista de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA, por sus siglas en inglés), en el que se hizo seguimiento a 59 pacientes con COVID-19, demostró la persistencia de la inmunidad humoral y celular en la mayoría de estas personas a un año. Carlos Arturo Álvarez, director de estudios COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para Colombia, calificó los resultados como una buena noticia, porque disminuiría el riesgo de reinfección y también podría predecir la durabilidad de las vacunas. «Es solo un estudio y hay que esperar el papel de las variantes», manifestó el experto a través de su cuenta de Twitter.
La investigación evaluó el anticuerpo específico del virus y las respuestas de las células T y B de memoria en pacientes con COVID-19, hasta 343 días después de la infección. Se midieron los anticuerpos neutralizantes y los anticuerpos contra el dominio de unión al receptor, el pico y la nucleoproteína del SARS-CoV-2. Se analizaron las respuestas de las células T y B de memoria específicas del virus.
«Encontramos que aproximadamente el 90 % de los pacientes todavía tienen anticuerpos IgG detectables contra proteínas de la nucleocápside y picos y anticuerpos neutralizantes contra pseudovirus, mientras que ~ 60 % de los pacientes tenían anticuerpos IgG detectables contra el dominio de unión al receptor y anticuerpos neutralizantes de virus sustitutos. Las respuestas de células B de memoria IgG + específicas de SARS-CoV-2 y células T secretoras de IFN-γ fueron detectables en más del 70 % de los pacientes».
La conclusión a la que llegó esta investigación sugiere que, la respuesta de memoria inmunitaria específica del SARS-CoV-2 persiste en la mayoría de los pacientes casi un año después de la infección, lo que proporciona una señal prometedora para la prevención de la reinfección y la estrategia de vacunación.
Todos estos datos son determinantes para las decisiones de salud pública que se empiezan a tomar en relación con la inmunización contra la nueva enfermedad. Hasta el momento, los tiempos de dosis de refuerzos no han sido especificados por los laboratorios que lideran en la actualidad la vacunación en el mundo.
A finales de abril, el cofundador de la empresa alemana BioNTech, Ugur Sahin, indicó que la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer-BioNtech requerirá de un tercer refuerzo. Esta dosis adicional sería necesaria para mantener los altos niveles de protección que ofrece la vacuna y estimó que debería ser administrada entre 9 y 12 meses después de la primera inyección. Las demás farmacéuticas no han dado detalles de los refuerzos, tras completarse el esquema de vacunación inicial.
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