“Por ahora no habrá cuarentena general”, fueron las palabras de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, durante una transmisión hecha ayer en horas de la tarde. Tras un debate con el Gobierno nacional sobre la extensión del confinamiento obligatorio en la capital por la limitada capacidad en Unidades de Cuidados Intensivos, se acordó la entrega por parte de la cartera de salud de 430 ventiladores para el día de hoy. La medida permite flexibilizar la cuarentena en Bogotá, con ciertas excepciones.
En palabras de la mandataria local, las zonas que se mantendrán con cuidado especial durante 14 días más son las Unidades de Planeamiento Zonal Jerusalén e Ismael Perdomo (en Ciudad Bolívar), Bosa Occidental, Britalia y Las Margaritas (en Kennedy). La restricción de Pico y Cédula, que en principio estaba establecida hasta hoy, se extenderá durante el mes de julio.
“Arranca julio y no podemos bajar la guardia, el pico y cédula continúa en Bogotá, así como todas las medidas de bioseguridad. Recuerden que los días pares NO salen cédulas terminadas en par y los días impares NO salen cédulas que finalicen en impar”, sentenció el ayuntamiento.
López advirtió a la ciudadanía evitar llegar al Portal de Las Américas, por atravesar una zona de alta dificultad. Además, informó que las estaciones de Transmilenio Transversal 86, Patio Bonito y Biblioteca El Tintal permanecerán cerradas hasta nuevo aviso.
Con la entrega de estos nuevos 430 ventiladores, más los ya obtenidos por la Alcaldía de Bogotá, la ciudad aumenta su capacidad de atención y atrasa, aún más la llegada de la Alerta Roja.
“Con esta capacidad instalada garantizamos un buen sistema de cuidado y evitamos que Bogotá llegue a Alerta Roja. Siempre vamos a estar apretados, porque entre julio y agosto se espera el pico epidemiológico más alto, pero tenemos garantía de cobertura. El que necesite atención la va a tener, sea en hospitalización o en UCI”.
López insistió en el autocuidado y la disciplina social. Sobre la segunda jornada del Día sin IVA sentenció, “no hay descuento que valga la vida. Julio y agosto se vislumbran como los meses más difíciles”.