Cada año, aproximadamente el 5 por ciento de los adultos sufre este mal. Aquí, recomendaciones de una comisión de expertos.
Redacción Gestarsalud
La depresión es una de las principales causas de sufrimiento y de muertes prematuras evitables en el mundo y cada año aproximadamente el 5 por ciento de los adultos viven con esta condición de maneras distintas. Y si bien es un tema del que cada día se socializa más, hay mucho por hacer para combatir esta enfermedad desde distintos frentes.
A esa conclusión llegó la comisión de expertos que publicó un análisis en la revista The Lancet, en el que plantean cómo abordar esta problemática desde la comunidad, los profesionales de la salud, los tomadores de decisiones y la ciencia.
En el documento los autores alertan que en las últimas tres décadas no se ha registrado una reducción en el impacto global de la depresión porque los recursos para tratar esta condición son insuficientes e inequitativos.
En sus recomendaciones para reducir la carga de la depresión, con un enfoque que reúna la acción de diversas partes interesadas, los autores señalan que muy pocas personas en las comunidades, los gobiernos y el sector de la salud entienden o reconocen la depresión como algo distinto de los problemas personales que enfrentan las personas con esta condición. Y por ello no se hace lo suficiente para evitar y aliviar el sufrimiento y las desventajas relacionadas con la depresión. Además, pocos gobiernos reconocen el efecto de la depresión en el desarrollo social y económico de los países.
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Entonces, ¿qué hacer desde la comunidad?
La comisión de The Lancet explica que a nivel individual y entre amigos, familia y compañeros debemos buscar ayuda temprano, pues esto aumentará las posibilidades de prevención y recuperación.
Por otro lado, es indispensable charlar con familiares y amigos sabiendo que la depresión es una condición humana común y que no debe avergonzarnos.
Así mismo es muy importante mantenerse siempre con esperanza y tener presente que la mayoría de personas logra recuperarse de la depresión.
También es crucial hallar atención basada en la evidencia, centrándonos en la búsqueda de apoyo para nuestras propias prioridades.
Finalmente la comunidad en general debe convertirse en un aliado que sea capaz de expresar su opinión sobre los cambios sociales que apoyan a la salud mental.
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¿Qué hacer desde los profesionales de la salud?
The Lancet es enfático en decir que los profesionales de salud deben ser proactivos a la hora de reconocer rápidamente los riesgos y consecuencias de la depresión.
Así mismo, deben aprender rápido sobre las principales formas en las que se representa la depresión, ya que se manifiesta de múltiples maneras. Y también pide aprender de las experiencias de los afectados.
The Lancet también recomienda a los trabajadores de la salud personalizar la forma de acercarse a las personas con depresión, pues una sola manera de hacer las cosas no encaja en todos lados. «Una talla única no sirve para todos”, enfatiza The Lancet, por ello se debe buscar la manera ideal para abordar a cada paciente con depresión.
Además de lo anterior es fundamental priorizar la alianza terapéutica, es decir involucrar a las familias cuando corresponda, hacer conexión con ellos y brindar una atención con dignidad y sin estigma.
Finalmente para el personal de salud recomiendan practicar la atención y el cuidado colaborativo, trabajando con pacientes y otros especialistas para lograr resultados óptimos en los pacientes con depresión.
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¿Qué deberían hacer los gobiernos frente a la depresión?
Como primer y más importante punto, la comisión de The Lancet recomienda a los gobiernos invertir en intervención temprana y atención sostenida de la depresión. Del mismo modo, responder a la experiencia de las personas con depresión, y a la ciencia en sí misma invirtiendo mucho más en investigación sobre está condición.
De la misma manera, invita a apoyar la ampliación de la atención de la depresión comunitaria basada en los derechos. Y por último, The Lancet resalta la importancia de invertir en prevención y promoción de la depresión abordando las inequidades en niños, jóvenes y así sucesivamente a lo largo del ciclo de vida.
¿Qué hacer desde la parte investigativa y la comunidad científica?
Según el documento, es indispensable para la comunidad investigativa diseñar y testear terapias capaces de abordar intervenciones tempranas para los pacientes con depresión; y diseñar métodos de aproximación precisos para la prevención, atención y recuperación de estos pacientes.
Por otra parte, piden a los científicos identificar los objetivos de prevención infrautilizados y novedosos desde determinantes sociales hasta vulnerabilidades individuales para participar en la implementación de programas y políticas.
De igual manera, la comunidad científica también debe comprometerse y conectarse con personas que han experimentado depresión, sus familias y médicos.
Y finalmente entender la etiología, la naturaleza de la depresión y las múltiples disciplinas o enfoques para acercarse a estos casos de manera asertiva.