La primera vacuna contra la malaria recomendada por la OMS tiene más de 30 años de investigación.
Redacción Gestarsalud
La malaria es una enfermedad transmitida por mosquitos que ha cobrado millones de vidas, especialmente de niños, durante siglos. En el 2019, por ejemplo, fueron más de 400.000 las víctimas mortales de este mal, que azota con especial fuerza a África, pero que también causa fallecimientos en países como Colombia.
La lucha contra este problema de salud pública es también de vieja data y el principal esfuerzo de la ciencia estuvo concentrado en el último siglo en desarrollar una vacuna efectiva contra las afectaciones del parásito Plasmodium falciparum, transmitido a través de la picadura de las hembras del mosquito Anopheles.
Dicha empresa dio resultados finalmente este miércoles, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló en una rueda de prensa su recomendación para la vacuna llamada Mosquirix (RTS,S / AS01), de la farmacéutica GlaxoSmithKline, que mostró una eficacia del 40 por ciento para prevenir enfermedad y muerte y lleva cerca de 30 años de investigación.
Esta vacuna tuvo sus ensayos clínicos en los últimos cinco años y en el 2019 comenzó su aplicación masiva en tres países de África (Malawi, Ghana y Kenia), donde esta enfermedad causa la mayoría de las muertes.
En este tiempo se han aplicado 2,3 millones de dosis a más de 800.000 niños. El esquema consiste en cuatro inyecciones: tres administradas entre los cinco y nueve meses de edad y una adicional de refuerzo al cumplir el segundo año de vida.
Lo mostrado en los ensayos clínicos fue una eficacia del 40 por ciento para prevenir el desarrollo de enfermedad grave y muerte, lo que le alcanzó a este fármaco para recibir el visto bueno de la OMS, convirtiéndose así en la primera alternativa farmacológica para combatir esta grave enfermedad.
“Este es un momento histórico. La tan esperada vacuna contra la malaria para niños es un gran avance para la ciencia, la salud infantil y el control de la enfermedad (…) El uso de esta vacuna, además de las herramientas de prevención existentes, podrá salvar decenas de miles de vidas de los más jóvenes cada año”, afirmó en la rueda de prensa Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la OMS.
Vea la conferencia de prensa en la que se anunció la noticia:
En concreto, la recomendación de la OMS indica que esta vacuna podrá ser usada en niños como parte de un programa de atención integral contra esta enfermedad (debe estar acompañada de otras iniciativas), sobre todo en regiones donde se presenta una transmisión de moderada a alta.
En el 2015 esta misma vacuna Mosquirix había recibido el aval de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y por eso se autorizó su uso masivo en el marco de un programa piloto en los tres países africanos. Los resultados de ese proceso fueron evaluados por la OMS y se confirmó su seguridad y eficacia.
(También le puede interesar: sobre Molnupiravir: lo que debe saber del medicamento anticovid-19 que ilusiona)
En Colombia
La malaria es una enfermedad que también se presenta en Colombia. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud (INS), en el 2018 se notificaron 62.141 casos de malaria en el país, 953 de los cuales presentaron formas graves de la enfermedad.
Sin embargo, tal como anota el Ministerio de Salud, el comportamiento de la malaria en Colombia en los últimos 17 años ha mantenido una tendencia descendente y ha registrado un comportamiento con promedios anuales de 50.000 a 100.000 casos.
Los principales focos de transmisión de malaria en el país están en la región pacífica (departamentos del Chocó, Cauca, Nariño y el distrito de Buenaventura), seguida del Urabá, Bajo Cauca y Alto Sinú (Antioquia y Córdoba), la Amazonia, la Orinoquia, la Centro Oriente y la Atlántica.
En el 2018 el grupo poblacional de mayor riesgo fueron los afrocolombianos, con 40,4 por ciento de todos los casos.
(Lea también: Conozca el proceso para recibir las terceras dosis contra covid-19)
Entre los síntomas más comunes de la enfermedad, que aparecen una semana después de adquirido el parásito, están fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, vómito, fatiga, y dificultad al respirar.
Una persona que presente los síntomas y haya estado en una zona con transmisión del vector debe acudir oportunamente a un centro de salud para que le practiquen las pruebas rápidas de diagnóstico para verificar si tiene o no malaria, y determinar el tipo de parásito, para recibir así el tratamiento adecuado.
Lea el tweet publicado por World Health Organization