Un estudio en Singapur da algunas pistas de las diferencias de tener Delta u otras variantes del covid-19.
Redacción Gestarsalud
De la variante Delta ya se han establecido algunas premisas, como que puede llegar a ser el doble de infecciosa que las versiones originales del nuevo coronavirus o que reduce la efectividad de las vacunas usadas en el mundo. Sin embargo, todavía no había muchas pistas sobre si podía ser más severa en sus manifestaciones clínicas.
Buscando algunas conclusiones sobre ese tema un equipo de investigadores del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Tan Tock Seng de Singapur analizó datos detallados de pacientes con infección por covid-19 que ingresaron al centro entre el 20 de diciembre de 2020 y el 12 de mayo de 2021.
El objetivo era comparar los resultados clínicos de una cohorte de 846 pacientes ingresados entre enero y abril de 2020. Durante el período de estudio 829 pacientes se infectaron con alguna de estas tres variantes: Alfa, Beta y Delta.
La variante Alfa (B.1.1.7) se identificó por primera vez en el Reino Unido, la Beta (B.1.351, B.1.351.2 y B.1.351.3) en Sudáfrica y la Delta (B.1.617.2, AY.1, AY.2, AY.3 y AY.3.1) en India.
Resultados del estudio
Después de hacer comparaciones de edad, sexo y comorbilidades, la variante Delta se asoció con enfermedad más severa, mayor probabilidad de requerimiento de oxígeno, ingreso en la UCI o muerte.
Adicionalmente, los pacientes infectados con la variante Delta tuvieron más probabilidad de desarrollar neumonía (es decir, infección de los pulmones), al ser comparados con los que tenían las variantes Alfa y Beta.
Las conclusiones más relevantes de este estudio demostraron que además de que la enfermedad causada por Delta es más severa, se asoció con mayor transmisibilidad por dos razones.
Primero, por presentar puntos de corte en la prueba PCR más bajos, es decir, que aunque un paciente presentaba la infección, la prueba podía no detectarla y por ende las personas podían pensar que no estaban infectados con el virus y seguir transmitiéndolo en su entorno cercano.
Y segundo, se observó que la variante Delta podía estar presente durante un mayor tiempo en las vías respiratorias de los infectados en comparación con la variante original de covid-19 (duración media de 18 días frente a 13 respectivamente).
En todos estos resultados influyó de gran manera el estado de vacunación de cada individuo. Cabe resaltar que en los pacientes vacunados se encontró una clara reducción del riesgo tanto de infección como de enfermedad severa, lo cual corrobora la eficacia de las vacunas frente a las diferentes variantes de covid-19.