Venezolanas migrantes: con depresión, inseguridad alimentaria y bajo acceso a salud sexual

Así se desprende de una encuesta con más de 2.000 mujeres en condición irregular que llegaron a Colombia y buscaron atención en salud.

Redacción Gestarsalud

La mayoría de las mujeres venezolanas que ingresan a Colombia de forma irregular en medio de su migración llegan con graves síntomas de depresión, con una inmensa inseguridad alimentaria y con grandes necesidades de acceso a métodos anticonceptivos, aunque saben cómo buscar atención en salud en el territorio nacional.

Esas son algunas de las conclusiones de la primera ‘Encuesta Longitudinal de Salud de las Mujeres procedentes de Venezuela en Colombia’, que presentó este martes el Ministerio de Salud y que es fruto del trabajo en conjunto de la Universidad del Norte, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).

Se trata del primer estudio de esta dimensión en Colombia y, según se dijo al presentarse, busca conocer mejor el estado de salud y las necesidades en salud de las mujeres migrantes venezolanas y servirá para el diseño de políticas públicas para esta población.

Vale recordar que, según los datos de Migración Colombia, al 31 de enero había 1,7 millones de migrantes venezolanos en Colombia y más de la mitad (el 56,4 por ciento) estaba en estatus migratorio irregular. 

Para este trabajo fueron entrevistadas de febrero a julio de este año 2.298 mujeres migrantes venezolanas entre 18 y 45 años, con estatus migratorio irregular (no habían regularizado su situación en el país), que ingresaron a Colombia por Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios y Puerto Santander.

La edad promedio en la muestra fue de 29,2 años, la mayoría estaba casada o en unión libre y tenía educación media. El 99 por ciento de ellas argumentó razones económicas para venir a Colombia. Sus familias están conformadas en su mayoría por 2 o 4 personas y dentro de estos núcleos solo hay un miembro que trabaja y que casi siempre (72,5 por ciento) es la mujer.

Las encuestadas respondieron en un 90 por ciento que los ingresos mensuales son menores a un salario mínimo y en el 99 por ciento que no reciben ayudas económicas o subsidios.

Servicios de salud

Ya en indagar a profundidad en el acceso a la salud, el estudio encontró que menos de la mitad (el 46,4 por ciento) tuvo contacto con los servicios sanitarios y de este grupo el 27,9 por ciento lo hizo a través de consulta externa, 21,2 por ciento en brigadas de salud extramurales y el 18,9 por ciento por urgencias hospitalarias. 

Llama la atención que el primer contacto con el sistema de salud que tuvo una de cada cinco mujeres venezolanas en Colombia fue para atender un parto (19,5 por ciento).

En el grupo que respondió no haber usado los servicios de salud, dos de cada tres (el 67,5 por ciento) dijo que no los había necesitado y el 27,4 por ciento, es decir uno de cada cuatro, respondió que no sabía a dónde ir. 

Sin embargo, las mujeres venezolanas que sí accedieron a servicios de salud mostró una amplia favorabilidad a la atención recibida: el 96,8 por ciento aseguró que tuvo una prestación buena o muy buena. Entre otras cosas, el 92,5 por ciento afirmó que no tuvo que pagar por la atención recibida.

En cuanto a la salud sexual y reproductiva, una de cada tres (36,2 por ciento) recibió educación de este tema en Colombia, sobre todo del uso del preservativo y otros métodos anticonceptivos. 

Y si bien el 99,2 por ciento dijo conocer algún método anticonceptivo, solo el 77 por ciento respondió haber acudido a uno alguna vez en la vida. El más frecuente para estas mujeres fueron los anticonceptivos orales (43,1 por ciento) y la esterilización (17,3 por ciento).

Al momento de llegar a Colombia, el 63,5 por ciento estaba utilizando métodos anticonceptivos, dos de cada cinco de ellas (42,8 por ciento), en concreto, se habían esterilizado. Quienes no estaban planificando argumentaron como principal motivo no tener pareja actualmente (31,3 por ciento). 

Por otra parte, el 82,9 por ciento de las mujeres se había realizado una citología cervical en algún momento, y el 38,6 por ciento se la practicaba una vez al año, sin embargo una de cada tres (33,6 por ciento) llevaba más de tres años sin realizarla.

Un tema preocupante es que el 40 por ciento no había oído hablar del autoexamen de seno y una de cada tres (34,4 por ciento) no se practica este método para detectar el cáncer de mama.

Enfermedades

La encuesta indagó en problemas o condiciones de salud que estuvieran enfrentando las mujeres venezolanas. El 23 por ciento indicó que presentaba una afectación en el último mes y el 17,4 por ciento señaló que necesitaba un medicamento para tratarla. 

De ese grupo, el 63,6 por ciento, es decir casi dos de cada tres, no había podido acceder a él principalmente por el precio alto (74 por ciento).

Uno de los principales hallazgos fue que al momento de responder la encuesta el 81,8 por ciento tenía síntomas depresivos significativos, según la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos, aunque la investigación no ahonda en los motivos.

Uno de los grandes logros de la encuesta, según Hernando Baquero, decano de la división de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte, es que la encuesta abordó la esfera biopsicosocial de las mujeres venezolanas. 

Es decir, exploró temas biológicos, sociales (cómo interactuamos en los grupos) y sicológicos, «encontrar en esta población de migrantes mujeres una prevalencia tan alta de depresión genera una alarma que debe ser atendida de manera inmediata». Por todos es conocido que las alteraciones en la salud mental condicionan la aparición de un sinnúmero de condiciones orgánicas.

Otro dato revelador del estudio fue que el 91 por ciento de los hogares de las encuestadas estaban en inseguridad alimentaria severa, según la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA).

Baquero, explica que por la vulnerabilidad de esta población inquieta también el tema de seguridad alimentaria. «Desnutrición y salud mental podrían potenciarse como detonantes de patologías severas«.

La información que visibiliza esta encuesta debe ser utilizada como un insumo de alto valor para la implementación de acciones que permitan brindar cuidados en salud integrales, oportunos y de calidad.

Implicaciones

David Rodríguez, coordinador de Migración y Salud de la OIM, afirmó que “este estudio espera contribuir al conocimiento del estado de salud de las mujeres nacionales venezolanas, incorporando la perspectiva del curso migratorio, aportando información objetiva, válida y actualizada a la toma de decisiones en la política migratoria de Colombia. De cara a los desafíos más relevantes de la atención primaria en salud con enfoque de género”.

Según Jorge Acosta Reyes, director del proyecto de la Universidad del Norte y uno de los autores principales del estudio, con esta encuesta se obtuvieron datos muy valiosos para poner la lupa en temas como la atención prioritaria en salud mental por la alta frecuencia de síntomas depresivos en estas mujeres, así mismo la capacitación sobre información en salud sexual y reproductiva, sobre todo acerca del acceso a anticonceptivos.

Julián Fernández Niño, director de epidemiología y demografía del Ministerio de Salud, afirmó durante la transmisión que aunque se evidencian grandes problemáticas en las mujeres migrantes venezolanas en condición migratoria irregular, existen oportunidades para intervenciones tempranas que mejoren la integración de las mujeres migrantes a la sociedad colombiana, esto respecto a síntomas depresivos, inseguridad alimentaria, educación sexual y reproductiva.

Elisa Torrenegra, directora ejecutiva de Gestarsalud concluye que la población migrante venezolana ha venido a ocupar un lugar en nuestra población y que por ello las mujeres venezolanas tienen que sentirse igualmente acogidas, pues no es posible que las estemos exponiendo a la desinformación, “ellas tienen que saber donde conseguir los anticonceptivos, tienen que saber a donde acudir a los servicios de salud, la mujer es importante en cualquier sociedad y si el destino y la vida las trajo aquí se les tiene que dar la atención que se requiere en nuestro país, al igual que Venezuela nos acogió durante tanto tiempo años atrás.

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