Grupo de investigación Cochrane confirmó que no hay evidencia de que este fármaco sea eficaz para prevenir y tratar el covid-19.
Redacción Gestarsalud
La Ivermectina, un medicamento de bajo costo que se usa para tratar enfermedades parasitarias, no ha demostrado servir para los pacientes de covid-19 e incluso puede llegar a ser tóxica cuando se usa en altas concentraciones.
Así lo acaba de confirmar una revisión sistemática de estudios hecha por el grupo Cochrane, que a partir de una evaluación de la evidencia disponible ratificó que no hay efecto alguno de este medicamento para reducir la sintomatología o la mortalidad que causa el covid-19.
Se trata de una revisión profunda que confirma los hallazgos realizados a lo largo de la pandemia alrededor de la Ivermectina, un fármaco que si bien en principio mostró beneficios a nivel in vitro para controlar la replicación del virus, no ha podido demostrar efectos cuando se usa en seres humanos.
La revisión sistemática fue presentada este 28 de julio del 2021 y Cochrane explica que aunque de manera reiterativa se ha puesto a prueba la eficacia de la Ivermectina para el covid-19, este medicamento sólo demuestra utilidad cuando se trata de ensayos clínicos in vitro, más no cuando se ensaya en seres humanos.
Esto quiere decir que aunque el medicamento muestra resultados positivos, estos sólo son los que se realizan en un ambiente controlado en un laboratorio y fuera de un organismo vivo. Y en todo caso, la concentración necesaria para que en el ser humano llegara a tener el mismo efecto que en el laboratorio sería en dosis tan altas que las convertirían en tóxicas, señala Cochrane.
El objetivo de este trabajo fue revisar la evidencia disponible en estudios que hubiesen evaluado la eficacia y tolerabilidad de la Ivermectina en pacientes ambulatorios u hospitalizados de covid-19 frente a aquellos que recibieron atención estándar, placebo o cualquier otra intervención comprobada.
Además, se excluyeron los estudios que comparaban la Ivermectina con otras intervenciones farmacológicas cuya efectividad no está comprobada.
En total, fueron 14 estudios evaluados con 1.678 participantes. Nueve estudios trataron a participantes con covid‐19 moderado en ámbitos hospitalarios; cuatro trataron casos de covid‐19 leve en contextos ambulatorios; y uno investigó la Ivermectina para la prevención de la infección por Sars‐CoV‐2.
“De los 41 resultados aportados por los estudios incluidos, alrededor de un tercio presentó alto riesgo de sesgo general”, puntualizaron los investigadores y anotaron que hay 31 estudios en curso y 18 pendientes de clasificación hasta la publicación de los resultados o la aclaración de las inconsistencias.
Dicho eso, los investigadores concluyeron, en primer lugar, que “la Ivermectina podría tener poco o ningún efecto” en la mejoría clínica hasta los 28 días en comparación con pacientes que recibieron placebo o atención estándar
En segundo lugar, el análisis halló que “la Ivermectina podría tener poco o ningún efecto sobre el número de participantes con resolución de los síntomas hasta los 14 días en comparación con el placebo o la atención estándar”.
En tercer lugar, el estudio que buscaba evaluar la capacidad de la Ivermectina para evitar la infección por Sars-CoV-2 solo tuvo un resultado elegible (mortalidad hasta los 28 días) y no hubo certeza “de si este fármaco reduce o aumenta la mortalidad en comparación con ningún tratamiento”.
En conclusión, los autores fueron claros en que “sobre la base de la evidencia actual de certeza muy baja a baja, no hay seguridad acerca de la eficacia y la seguridad de la Ivermectina para tratar o prevenir covid‐19”.
De hecho, anotan que “la confianza en la evidencia es muy baja porque solo fue posible incluir 14 estudios con pocos participantes y pocos episodios, como muertes o necesidad de ventilación. Los métodos difirieron entre los estudios, y no proporcionan información sobre todo lo que interesa, como la calidad de vida”.
En ese sentido, señalan que “la evidencia fiable disponible no apoya el uso de la Ivermectina para tratamiento o prevención de covid‐19 fuera de ensayos aleatorizados bien diseñados”.
Breve historia
Según Diego Rosselli, médico neurólogo y epidemiólogo, todo el “alboroto” frente a este medicamento y su relación con el covid-19 empezó por un título engañoso. “Un estudio in vitro (en laboratorio) mostró que la Ivermectina, en concentraciones mucho más altas, podría reducir la capacidad de los virus para reproducirse. Pero la confusión nació a partir de un título que decía que la FDA había aprobado un medicamento para reducir la replicación viral en covid-19. Y sí, estaba aprobado por la entidad, pero para los piojos y parásitos”, afirma.
Karen Martínez, médico de la Universidad Javeriana, concuerda con ello y explica que la razón por la que no es efectivo el tratamiento con Ivermectina es que aunque en algunos estudios clínicos se muestran resultados positivos, cuando se quiere alcanzar la concentración necesaria para que tenga efecto en un ser humano, se puede volver tóxica. “Por ende quien ahora toma este medicamento sólo tendrá un efecto antiparasitario y nada más”, concluye.