La pandemia provocada por la COVID-19 significó muchos cambios en la vida de las personas, de los cuales, uno de los principales afectados han sido los niños, quienes tuvieron cambios repentinos en sus rutinas y costumbres, sin tener las herramientas necesarias para enfrentarlos. Palabras como resiliencia y capacidad de adaptación han marcado el transcurso de estos tiempos, y resulta importante también que sean parte de la crianza y educación de los menores, sobre todo cuando llevan una vida escolar desde casa.
Precisamente esa ‘nueva normalidad’ en casa hizo visible los nuevos retos que enfrentan los padres para fortalecer la disciplina de sus hijos, de cara a ajustarse a las nuevas rutinas en un contexto menos dinámico y atractivo para ellos.
La directora del programa de Licenciatura en Educación Infantil de Areandina, Yanelis Yaneth Rimon, explica que la disciplina es la forma de inculcarle a los niños las normas, reglas y patrones alineados con su bienestar, en el presente y a futuro y su desarrollo en un contexto social, llevándolos a ser responsables de sus actos y a autocontrolarse.
«Es de suma importancia que los padres inculquen la disciplina a sus hijos desde muy temprana edad, ya que la misma los orienta en conceptos como la responsabilidad, el autocontrol o el seguimiento de rutinas y normas que deben interiorizar para promover el respeto, por ellos mismos y por los demás».
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Para la experta, los padres no deben incurrir en la disciplina física o vigilancia constante como método de implementación disciplinaria. Esta técnica puede restarles autonomía en la toma de sus decisiones.
A través de los años se ha relacionado la implementación de la disciplina con el castigo físico y emocional, lo que según la experta, podría desencadenar efectos negativos en los niños. “Hay muchas maneras de educación y todas deben estar basadas en el ejemplo, el respeto, la colaboración, la empatía y la posibilidad de permitirles ser autónomos. Se debe implementar desde temprana edad la disciplina positiva”.
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La experta comparte estos consejos para fortalecer la disciplina en los niños desde el asertividad:
- Poner límites: es importante que cuando se establezcan límites con los hijos, los padres se ciñan a ellos, es decir, estos no son negociables, de lo contrario los niños no lo tomarán en serio y recurrirán permanentemente a faltas ante sus padres.
- Enseñar con paciencia: se les deben inculcar sus derechos y obligaciones para que ellos tengan herramientas que le s permitan saber lo que pueden hacer y para que asuman sus responsabilidades sobre ello. Esta enseñanza se debe dar a través de conversaciones que lleven a que los menores encuentren soluciones ante problemas.
- Aplaudir y exaltar los buenos actos: elogiar las acciones que el niño o la niña hace, de manera acertada, le ayudará a reforzar las conductas que debe repetir.
Considere acompañar estos consejos con el establecimiento de rutinas, normas, reglas, y patrones que no se pueden negociar, como recoger sus juguetes, mantener el orden en casa, respetar a las personas, etc. Agregue autonomía y en lugar de imponer reglas, haga ver lo que está bien o mal; permita que ellos tomen sus decisiones, así el niño o la niña tendrá conciencia de lo que hace y asumirá sus responsabilidades, evitando que obedezcan sin entender por qué.
Y finalmente dé el ejemplo como padre, pues es la mejor técnica de disciplina positiva. Los niños y niñas imitan todas las conductas que les llaman la atención, por ello, los padres deben actuar desde la coherencia y educar basados en el ejemplo.