El 20 de julio del año pasado, cuando la pandemia de la COVID-19 desestabilizaba por completo al sistema de salud nacional, el Ministerio de Salud y Protección Social puso un mensaje de urgencia para que se reformara su estructura, a través del Proyecto de Ley 010, propuesto por el senador Fabián Castillo, del partido Cambio Radical. Entre altos y bajos, y un contexto sanitario y social que ataca directamente a la salud del país, hoy la propuesta fue archivada. No hay marcha atrás.
El 28 de abril el llamado Comité del Paro Nacional, apaciguado por la pandemia, volvió a las calles. Esta vez la convocatoria tenía, entre otras solicitudes, el retiro de la reforma tributaria. Varios días de rebeliones pasaron antes de que el presidente Iván Duque retirara la propuesta.
Pero, esto no fue suficiente, ahora el blanco de las manifestaciones se centró en el archivo del Proyecto de Ley 010, «por medio de la cual se dictan disposiciones orientadas a garantizar el Derecho Fundamental a la Salud dentro del Sistema General de Seguridad Social, de conformidad con la ley 1751 de 2015, y la sostenibilidad del Sistema de Salud».
Hace unas horas las comisiones VII conjuntas de Senado y Cámara de Representantes hundieron el proyecto con una votación de 27 a favor del archivo y 5 en contra.
La decisión se toma en un día en el que el Comité Nacional del Paro se encuentra en las calles de las diferentes ciudades del país, demostrando su rechazo por la propuesta.
La mayoría de los congresistas de partidos como de la U, Liberal, Conservador y MIRA manifestaron, como bancada, su decisión de votar en contra del proyecto de ley, aunque en sesiones anteriores lo habían apoyado.
En detalles, la votación quedó con 11 votos de senadores a favor del archivo y 2 en contra. En Cámara, la votación fue de 16 representantes a favor y 3 en contra de la decisión de archivar la propuesta.
Algunos congresistas hicieron saber que en un futuro se recogerán todos los comentarios de la sociedad civil para montar un mejor texto, que beneficie a todos los actores del sector salud, para que nadie quede afectado y con la intención de que el sistema de salud no se vuelva un negocio económico, que ignore a los pacientes y a los trabajadores.
Tal parece que la reforma a la salud ha terminado de ser una víctima más de las convulsiones sociales del país, sin que se diera un debate realmente democrático de medición de sus planteamientos. La discusión ha terminado por ser un tema más político que de pertinencia social y sanitaria.
Aún no ha habido pronunciamiento oficial por parte de los líderes del Gobierno nacional o del Ministerio de Salud y Protección Social sobre la decisión de archivo de la propuesta, sin embargo, Elisa Torrenegra, directora ejecutiva de la Asociación de Empresas Gestoras del Aseguramiento en Salud (Gestarsalud), en el penúltimo debate dado en las comisiones séptimas conjuntas, manifestó su percepción sobre el proyecto, sobre todo por la pertinencia del momento.
Gestarsalud en audiencia pública del proyecto de reforma a la salud
«Sobre el Proyecto de Ley 010, además de revisar las condiciones para su implementación, también debemos revisar la conexión con el momento del país: Colombia está en pandemia y en medio de problemas sociales y civiles que están poniendo en peligro la atención médica y la garantía de la vida. La pandemia y el paro ameritan una pausa en los análisis de un sistema que garantiza el derecho fundamental a la salud, como este».
Elisa Torrenegra, directora ejecutiva de Gestarsalud.
Asegura que para cumplir con las exigencias de los usuarios (menos trámites, garantía del acceso a la atención, entre otros) se necesita eficiencia y no una ley. Lo mismo ocurre con las necesidades de los profesionales de la salud, en cuanto a mejoras salariales y condiciones laborales.
Insiste en que hay que sacar al sector salud de los conflictos políticos y civiles del país: la garantía de la vida y de la salud de las personas no se puede exponer a pretensiones y luchas de poderes que llevan a mayores profundizaciones de la pobreza. No se trata de defender o no bancadas y rivalidades, sentenció.