La pandemia de la COVID-19 puso en evidencia las falencias del sistema de salud colombiano, de ahí que el Gobierno nacional emitiera un mensaje de urgencia sobre la celeridad de la discusión y futura aprobación de una nueva normativa, que reestructure el sistema. Ayer, el proyecto de ley 10 de 2020 fue radicado, con la intención de ajustar y actualizar el funcionamiento y operación del sistema de salud colombiano. El acto se llevó a cabo en el Congreso de la República con la presencia de los miembros de las comisiones séptimas de Cámara y Congreso.
Tal y como lo manifestó el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruíz, uno de los principales promotores de este proyecto, se trata de una normativa que ha sido discutida con anterioridad por todas las instancias del sistema, con intervenciones y anotaciones que han sido recogidas dentro del proyecto. Cuenta con una serie de capítulos que abogan por la transformación del sistema de salud nacional.
“Hemos incluido todos los temas que tienen que ver con el mejoramiento del servicio de salud; medicina familiar, conformación de redes integradas de servicios, una visión del hospital público y toda una serie de disposiciones que buscan darle apoyo a todo el recurso humano en salud y garantizar sus condiciones dentro del sistema”.
En el proyecto de ley se incluyó un capítulo especial en el que se recogen todos los aprendizajes de la pandemia; todo aquello que el país debe enfrentar y trabajar para una próxima eventualidad, bajo el concepto de seguridad sanitaria. “En este nuevo capítulo se incluye, por ejemplo, cómo consolidar proyectos público-privados para la fabricación de vacunas y medicamentos esenciales, la consolidación de una política nacional de seguridad sanitaria y la integración de una comisión especial bajo la cual se analicen las situaciones de riesgo sanitario para el país, por nombrar algunas. La idea es lograr un sistema de salud transformado y fortalecido”, aseguró el ministro.
Entre otras cosas, la reforma al sistema de salud propone desaparecer la figura de las EPS para manejarlo a través de aseguradoras de riesgo. Busca, además, unificar los dos regímenes (subsidiado y contributivo). También quiere mejorar la situación laboral del talento humano en salud, dándole mejores garantías al personal de la salud y prohibiendo su contratación por prestación de servicios.
El proyecto de ley hace énfasis en los temas de prevención, de ahí el planteamiento de trabajar impulsando iniciativas de medicina familiar, es decir, que el acompañamiento se haga por parte de un médico familiar- un profesional que atienda y se encargue de los núcleos familiares. Ha sido una propuesta muy debatida dentro del sector salud, pero el mensaje de urgencia emitido por el Gobierno nacional le da prioridad en las discusiones parlamentarias actuales.