“Una buena noticia de Navidad. En The New England Journal of Medicine se publica el un estudio de incidencia de SARS-CoV-2 en trabajadores de la salud. La conclusión: la reinfección es rara a 6 meses. Claro hay que mantener el uso de los equipos de protección personal”, trinó el infectólogo y asesor desde Colombia de la Organización Panamericana de la Salud, Carlos Arturo Álvarez Moreno, sobre el hallazgo.
Si hay un tema que en este momento tiene la atención de la ciencia es la reinfección de pacientes que ya tuvieron Covid-19. El comportamiento de la enfermedad en cuerpos humanos ya infectados arroja datos importantes para las decisiones de salud pública de todos los países, incluso para ayudar con el proceso de inmunización que acaba de empezar.
El documento publicado en The New England Journal of Medicine indica que los científicos estudiaron la incidencia de infección por SARS-CoV-2 confirmada por polimerasa, reacción en cadena (PCR) en trabajadores sanitarios seropositivos y seronegativos que asisten a pruebas de personal asintomático y sintomático en los hospitales de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.
“El estado basal de anticuerpos se determinó mediante anti espiga (análisis primario) y ensayos de IgG anti-nucleocápsida, y los miembros del personal fueron supervisados durante 31 semanas. Estimamos la incidencia relativa del resultado de las prueba de PCR positiva, y de la nueva infección sintomática según el estado de anticuerpos, ajustando por edad, sexo informado por los participantes y cambios en la incidencia a lo largo del tiempo”.
The New England Journal of Medicine
En el estudio participaron un total de 12.541 trabajadores de la salud: 11.364 fueron seguidos después de resultados negativos de anticuerpos y 1.265 después resultados positivos, incluidos 88 en los que se produjo seroconversión durante el seguimiento. Un total de 223 trabajadores sanitarios seronegativos tuvieron una prueba de PCR positiva (1,09 por cada 10.000 días de riesgo), 100 durante el cribado mientras estaban asintomáticos y 123 mientras estaban sintomáticos. Dos trabajadores de la salud seropositivos tuvieron una prueba de PCR positiva (0,13 por cada 10.000 días de riesgo) y ambos trabajadores estaban asintomáticos cuando se les hizo la prueba.
“Las proporciones de tasas fueron similares cuando el ensayo de IgG anti-nucleocápsida se usó solo o en combinación con el ensayo de IgG anti-espiga para determinar el estado basal”.
En conclusión, la presencia de anticuerpos IgG anti-espiga o anti-nucleocápside se asoció con un riesgo sustancialmente reducido de reinfección por SARS-CoV-2 en los siguientes 6 meses, lo que se traduce en una inmunidad de- al menos seis meses- tras la primera infección.