La fabricación y venta de alcohol adulterado es uno de los problemas colaterales que ha traído la pandemia del Covid-19. Según el más reciente estudio de Euromonitor Internacional ‘Mercado de bebidas alcohólicas ilegales en Colombia’ una de cada cinco botellas de bebidas alcohólicas que se consumen en el país es ilegal. En Colombia, el 22,4 % de este mercado es ilícito y en lo corrido de este año al menos 30 colombianos han muerto por consumir alcohol adulterado. El país se ubica por encima del promedio de consumo bebidas alcohólicas ilegales en Latinoamérica. Los números, de la mano con un año indiscutiblemente difícil: desempleo, enfermedades y la euforia que ocasionan las fiestas decembrinas, podrían desencadenar un problema de salud pública mayor al que ya existe.
A principios de mes, la Alcaldía de Bogotá fijó nuevas restricciones en ventas y consuno de alcohol en establecimientos comerciales de la capital. La venta de alcohol seguirá restringida todos los días de la semana entre las 10:00 de la noche y las 10:00 de la mañana del siguiente día. «La razón para esta restricción es que a partir de las 10:00 p.m. es cuando se ha evidenciado un patrón de mayor consumo en las calles; por esta razón, se prohibirá la venta de alcohol en estos horarios», explicó el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, en rueda de prensa.
La única excepción para la venta de alcohol será en restaurantes y gastrobares, en donde las bebidas se podrán vender como acompañamiento de las comidas. Esta venta estará permitida solo hasta la medianoche.
Pero de la mano con las medidas, tomadas por las autoridades nacionales y locales con la única intención de lograr el orden en sus territorios, subyacen negocios que se aprovechan del deseo de la gente de festejar y ahorrar dinero al mismo tiempo.
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En su momento, Esteban Giudici, asesor de políticas de la Alianza Transnacional para Combatir el Comercio Ilícito (TRACIT), le declaró a la agencia de noticias EFE que «las restricciones al alcohol, que buscaban disuadir las fiestas clandestinas y evitar los contactos entre personas, tuvieron un efecto colateral: exacerbaron el comercio ilícito de alcohol. No solo su contrabando, sino la falsificación con productos que no son para el consumo humano, como puede ser el alcohol etílico de farmacia”.
La situación escala y afecta otros sectores. No está de más recordar que los impuestos que se atribuyen a la venta legal de bebidas alcohólicas van destinados, en buena parte, a compensar los gastos del sector salud del país.
En la medida que el mercado negro- exento de impuestos- aumenta, se reduce sustancialmente el ingreso que tiene el sector por parte de la venta de este rubro.
Bebidas alcohólicas y violencia intrafamiliar
El consumo de licor y/o sustancias psicoactivas por parte de algún miembro del núcleo familiar es uno de los factores desencadenantes de violencia intrafamiliar. Las cifras de violencia intrafamiliar en Colombia muestran que entre enero y octubre de 2019, 98.583 mujeres fueron víctimas de violencia de género. De esos casos, 34.183 eran violencia de pareja, 13.160 casos fueron denunciados por violencia intrafamiliar y 799 eran casos de feminicidio investigados por la Fiscalía.
Pero, en la primera semana de aislamiento obligatorio en marzo de este año, se recibieron en la línea de atención ‘Línea Púrpura’, alrededor de 1.336 llamadas, de las cuales 214 fueron por violencia psicológica, física, económica, sexual, patrimonial y verbal, en contra de la mujer. Muchos de estos actos están íntimamente relacionados con el inapropiado consumo de alcohol.
¿Qué hay detrás del excesivo consumo del alcohol?
• Tiene efectos adversos, a corto y largo plazo, en prácticamente todos los órganos del cuerpo.
• Especialmente si es excesivo, debilita el sistema inmunitario y, por consiguiente, reduce la capacidad para hacer frente a las enfermedades infecciosas.
• El alcohol, incluso en cantidades pequeñas, supone en cualquier momento de la gestación un riesgo para el recién nacido.
• El alcohol aumenta el riesgo, la frecuencia y la gravedad de la victimización y todo tipo de actos de violencia interpersonal, como la violencia de pareja, la violencia sexual, maltrato a las personas mayores y la violencia contra los niños, las niñas, los jóvenes, los adolescentes y las mujeres.
• El alcohol aumenta el riesgo de muerte y traumatismos causados por accidente de tránsito, así como por ahogamientos y caídas.
• El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), una de las complicaciones más graves del Covid-19.
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12 recomendaciones de MinSalud para evitar intoxicaciones por alcohol adulterado:
- Comprar en lugares reconocidos o adquirir las bebidas alcohólicas en sitios confiables. No comprar licor en ventas ambulantes.
- Revisar la botella o empaque, verificando que los sellos y bandas de seguridad no hayan sido manipulados y que las estampillas y tapa estén en buen estado. En caso de que el envase sea de cartón, con cubierta interior en aluminio, se debe revisar que las pestañas estén bien pegadas.
- Verificar que el rotulado contenga, entre otra información, el registro sanitario (no es válido el registro sanitario en trámite), así como que el lote sea claro, visible y legible. No debe presentar enmendaduras, sobre escrituras o impresiones defectuosas. También debe tener el nombre y ubicación del fabricante y la graduación alcohólica.
- Revisar la etiqueta y verificar que sobre ella no existan rótulos superpuestos, con enmiendas o que sean ilegibles. Al pasar el dedo por ella, si esta destiñe, se borra o despega fácilmente, se debe rechazar el licor y denunciar el hecho ante el Invima, las Secretarías departamentales, distritales o municipales de Salud o las autoridades competentes.
- Verificar las características externas del envase, como la tapa, la banda de seguridad, el sistema de cierre intacto y la etiqueta.
- Las características internas deben ser verificadas en elementos como partículas en suspensión, sedimentos, estado del dosificador o presencia de objetos extraños.
- Desconfiar si el licor que va a comprar tiene precio muy inferior al del mercado.
- Después de consumir el licor se debe destruir el envase, la tapa y el dosificador.
- Si al ingerirlo se presenta sintomatología como visión doble, dolor de cabeza y/o mareo, se debe evitar la automedicación. La recomendación es dirigirse inmediatamente al médico y guardar el resto de licor que se consumió para su análisis.
- Recordar que está prohibida la venta o consumo de bebidas alcohólicas a menores de edad.
- Avisar lo antes posible a las autoridades competentes ante cualquier hecho irregular en relación con estas alertas.