De ninguna manera las personas pueden confiarse. Si bien se ha adoptado una ‘nueva normalidad’ para mantener a flote la economía colombiana, los casos de Covid-19 no se han extinguido. El pico epidemiológico se ha mantenido como en una especie de meseta, pero no ha bajado como para considerar que la enfermedad terminó o ha bajado su incidencia. Apenas ayer, el Institutito Nacional de Salud (INS) reportó 7.986 nuevos casos y 168 nuevas muertes, sólo en 24 horas.
Las fiestas decembrinas han generado preocupación en las autoridades nacionales, sobre todo ante una crecida en número de casos positivos y un colapso de las Unidades de Cuidados Intensivos. Claudia López, alcaldesa de Bogotá, manifestó en varias ocasiones que el segundo brote de Covid-19 se daría en la capital colombiana entre noviembre y diciembre, pero sus predicciones cambiaron y ahora se espera para principios de 2021.
“No está estimado para este año un segundo pico epidemiológico. Esperamos que, con todas las medidas de navidad a cielo abierto, de Bogotá a cielo abierto y de vigilancia epidemiológica podamos seguir teniendo un manejo adecuado de la pandemia sin mayores sobresaltos”.
Sin embargo, estas consideraciones no coinciden con la de expertos en salud pública. Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana en Salud Pública, en reiteradas oportunidades ha asegurado que no se puede hablar de una disminución de casos, ni de un segundo pico cuando el primero se ha estancado en una meseta y no ha terminado de ceder.
La experta considera que los mensajes hacia la población deben ser muy cuidadosos, dado que no es posible considerar que en Colombia la situación, de cara a la nueva enfermedad, está controlada. Las flexibilizaciones que se han dado para reactivar la economía de la mano con las fiestas navideñas y la sensación de que los casos de Covid-19 están bajado puede repercutir gravemente en las cifras del próximo mes.
De hecho, y tomando en cuenta las decisiones recientes del Gobierno nacional, la entrada al país de viajeros internacionales sin un control epidemiológico mayor, promueve, según expertos de varios sectores, a que los casos- fronteras adentro- aumenten sustancialmente.
López asegura que dictaría un nuevo paquete de medidas cuando fuera necesario, pero, por ahora, “la ciudad va por buen camino respecto al manejo de la pandemia”.
Lo cierto es que el Covid-19 sigue haciendo estragos en la vida de muchas personas y que, si bien la economía no puede parar de nuevo, la responsabilidad individual es determinante en la salud de cada uno y del colectivo, más allá de los dictámenes gubernamentales. El lavado de manos adecuado y constante, uso correcto del tapabocas y distanciamiento físico son hoy en día las reglas de oro para la preservación de la vida.