La pandemia ocasionada por el Covid-19 trajo múltiples desafíos para la humanidad. Uno de ellos es las violencia contra las mujeres en sus hogares, exacerbadas tras las medidas de aislamiento preventivo y confinamiento ordenadas por los gobiernos locales en más de 90 países del mundo para proteger a las personas del contagio.
De acuerdo con datos aportados por el Observatorio Colombiano de las Mujeres de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, en el periodo comprendido entre el 25 de marzo y el 3 de septiembre de este año, mientras las cifras oficiales registraron disminuciones en los registros médico legales y en los diferentes delitos asociados a violencias contra las mujeres, se reportaron aumentos significativos en las llamadas efectuadas a las diferentes líneas de emergencia, comparadas con las cifras del año anterior.
En este sentido, se evidenció un incremento general del 102% en llamadas realizadas a la Línea 155 de orientación a mujeres víctimas: de 9.044 llamadas en 2019 se aumentó a 18.272 llamadas este año. De estas últimas, 13.920 corresponden a hechos de violencia intrafamiliar, que contrastan con las 6.262 registradas en el mismo periodo del año anterior, esto representa un aumento del 122% en las llamadas recibidas por este tipo de violencia. Por su parte, las llamadas recibidas por violencia intrafamiliar en la línea 123 de la Policía Nacional aumentaron 13.4% frente al año anterior, al pasar de 77.674 llamadas en el 2019 a 88.143 en 2020.
Según ha explicado a Gestarsalud la consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, Gheidy Gallo Santos, el aislamiento preventivo, las medidas restrictivas de la movilidad y el mismo riesgo de contagio obligó a algunas mujeres a permanecer confinadas junto a su agresor, reduciendo con ello sus posibilidades de acceso a las diferentes rutas de atención y justicia que el Estado ofrece.
“En este contexto, las líneas de emergencia y los canales virtuales de comunicación se convirtieron en los canales más buscados por las mujeres víctimas en periodo de pandemia. Así, la línea 155 del Gobierno nacional pasó de ser una línea de orientación a una línea de atención y actualmente estamos trabajando en su fortalecimiento para atender la creciente demanda”.
Gheidy Gallo, consejera presidencial para la Equidad de la Mujer.
Ante ese panorama la Vicepresidencia de la República, a través de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, reforzó las medidas que se venían implementando, en una gran estrategia llamada “Compromiso Colombia es Mujer Libre de Violencias”, la cual fue aprobada por el Consejo de Seguridad.
Esta estrategia se desarrolla bajo tres pilares principales, el primero, un mecanismo de prevención y atención de las mujeres víctimas de violencia, especialmente en las que están en riesgo grave o extremo de feminicidio; el segundo, la focalización de la respuesta institucional territorial y sectorialmente, y el tercero, la articulación interinstitucional en cuatro ejes de acción: prevención, atención, protección, acceso a la justicia y persecución penal de agresores y restablecimiento de derechos a favor de las mujeres víctimas de violencias.
Dentro de las acciones de la estrategia se desatacan la realización de una campaña contra el machismo, orientada a confrontar los estereotipos y prácticas machistas que están en la base de las violencias contra las mujeres, en alianza con la Delegación de la Unión Europea en Colombia y la Escuela de Administración de Negocios -EAN; la puesta en marcha de un Sistema de Prevención temprana de las violencias en contra de las mujeres; el acompañamiento para la elaboración de protocolos y lineamientos para la prevención y el abordaje de las violencias contra las mujeres y el acoso sexual, con diversos sectores del Estado y la interoperabilidad de los sistemas de información existentes. Todo ello, mediante una importante articulación con entidades del nivel nacional y territorial, especialmente, con los mecanismos de género y secretarías de la mujer a nivel local.
Por lo anterior, el llamado final del Gobierno nacional, bajo el liderazgo de la vicepresidencia es a la corresponsabilidad: a seguir sumando esfuerzos entre todos, familia, sociedad y Estado para atender, pero sobre todo, para prevenir las violencias, y así garantizarle a las mujeres en Colombia una vida libre de violencias.