Septiembre es el mes en el que Colombia ha redireccionado las estrategias, de cara a la pandemia del Covid-19, a la responsabilidad que cada persona asume, como protagonista en el comportamiento colectivo de la enfermedad. Las más recientes manifestaciones registradas en el país, le generan preocupación al sector salud, en virtud del aumento de casos positivos que las aglomeraciones traen consigo.
Al respecto, Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública, le ofreció a Gestarsalud importantes apreciaciones relacionadas con varios puntos que tienen que ver con el significado de la protesta en la coyuntura sanitaria actual. Para empezar, la especialista, quien además es politóloga de profesión, defendió la protesta como un derecho reconocido en Colombia desde hace muchos años y que hace parte de los baluartes del sistema democrático del país, pero bajo la premisa del civismo y pacifismo.
En este sentido, manifestó su preocupación por la manera cómo se desarrollaron las manifestaciones recientes, sobre todo porque, tras cinco meses de confinamiento, de manera abrupta se rompieron las medidas exigidas por las autoridades mundiales para controlar la propagación desmedida del Covid-19.
“El hecho de encontrar a las personas en estas manifestaciones irrumpiendo el distanciamiento físico y quitándose el tapabocas para gritar las arengas es muy preocupante porque, de cualquier manera, y a pesar de que podemos reportar como positiva la disminución de fallecidos por Covid-19, los contagios siguen aumentando”.
Cruz, en aras de respetar el derecho que los colombianos tienen de protestar, hace un llamado a las personas, sobre todo a los jóvenes que lideran las manifestaciones, a que entiendan el contexto sanitario en el que se encuentra el país y sugiere la creación de nuevas formas, creativas e innovadoras en la manera de exigir sus derechos. “Los líderes de las protestas deben amoldarse a la circunstancia actual, sin llegar a reprimir la intención y deseo de exigir, sino resignificando y reinventando la protesta, sin alejarse de la idea de transformar el país”.
Recuerda que estudios han demostrado que las personas asintomáticas, a mediano y largo plazo, presentan problemas cardiovasculares, articulares, cerebrales y daños en riñón e hígado, razón por la cual los jóvenes no deben descuidarse ante la posibilidad de contagiarse del virus.
La presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública le recomienda al Gobierno nacional promover fuentes de empleo, a través de acciones y planes rápidos de reactivación, que le permitan al país reducir los índices de desempleo, que también influyen en las acciones sociales desencadenadas recientemente. “Hay que implementar planes rápidos de reactivación, que no pongan en riesgo a la gente, como la reapertura de gimnasios y bares, sino pensar en temas medio ambientales, apuesta a productos nacionales y catapultar a las pymes del país”.
Preocupación por posible repunte de casos
Carlos Álvarez, infectólogo y asesor de la Organización Panamericana de la Salud en Colombia, ha sido muy enfático en recordar que, en esta nueva etapa, con casi todas las flexibilizaciones dadas, y una vida económica, social y productiva más activa en el país, el compromiso de cada ciudadano es fundamental en el desenlace de la enfermedad. El experto asegura que la pandemia no se ha acabado, razón por la cual la prudencia en cuanto a movilidad y relacionamiento social se debe mantener.
“Nos tenemos que obligar aún a ser muy estrictos en cuanto a mantener el distanciamiento físico y el autocuidado. No hacerlo, va a ocasionar un rebrote y aumento de casos en el país. Aún hay muchas personas que no se han enfermado”.
Las autoridades nacionales han recalcado en varias ocasiones la importancia que tiene el comportamiento de cada persona en el desenlace de la pandemia.
Fernando Ruíz, ministro de Salud y Protección Social ha insistido que, para lograr mantener la curva epidemiológica con las estimaciones que han hecho las instituciones sanitarias del país es imprescindible mantener alta la guardia y reforzar el concepto del esfuerzo individual. De ello depende que las gráficas y las proyecciones se mantengan como se han estimado o bajen, y así evitar rebrotes significativos en el futuro. “Es ahí donde nos la jugamos todos y donde entra la obligación de cuidarnos”.