Tras una reciente reunión celebrada entre el ministro de Relaciones Exteriores de China con algunos homólogos latinoamericanos, se conoció que el líder asiático se comprometió a otorgar a algunos países del continente un préstamo de US$1.000 millones para la obtención de vacunas, que el mismo país está creando. Según el ministro chino, Wang Yi, se trataría de una estrategia de cooperación para abordar el impacto de la pandemia en la región.
La información la dio a conocer el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, quien participó en la reunión. Según él, el canciller chino enfatizó que la vacuna desarrollada en su país será un bien público de acceso universal, razón por la cual el país proporcionará un préstamo de US$1,000 millones para apoyar el acceso de las naciones de la región.
En el encuentro estaban representantes de Argentina, Barbados, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay.
América Latina es actualmente la región más afectada por el nuevo coronavirus. Brasil, México y Perú se encuentran entre los 10 países con mayor número de muertes relacionadas con el Covid-19. Colombia hoy se ubica en el puesto número 13 de países con más contagios del planeta -276 mil 55. Está en el mismo puesto en cuanto a número de muertes, con nueve mil 808 descensos.
Se desconoce cuál es la intención del Gobierno nacional en la participación y negociaciones con los laboratorios chinos, por ahora, se sabe que Colombia ya firmó un acuerdo de confidencialidad con Pfizer y con AstraZeneca para empezar esas negociaciones de compra, una vez la vacuna de estos laboratorios esté lista para comercializar.
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Por otro lado, el Gobierno nacional también ha hecho público que el país forma parte de la iniciativa internacional COVAX, a través de la cual se garantiza la compra de dos billones de dosis de vacunas para el 2021 en los países que aceptaron formar parte de él. Colombia desde el principio manifestó su interés de vincularse. Este mecanismo ofrece acceso a la vacuna y una distribución equitativa para evitar que los países con menos recursos sean los últimos en tenerla.