Usar guantes de látex o de cualquier otro material no es recomendable entre las medidas de bioseguridad para prevenir el Covid-19, a menos que se ejerza alguna profesión relacionada con la salud.
“Lavarse las manos con frecuencia proporciona más protección frente al contagio de la Covid-19 que usar guantes de goma. El hecho de llevarlos puestos no impide el contagio, ya que si uno se toca la cara mientras los lleva, la contaminación pasa del guante a la cara y puede causar la infección”, es la advertencia que hace la Organización Mundial de la Salud al respecto.
Esta hipótesis no ha cambiado desde el brote de la enfermedad en Asia. Se mantiene. El uso de guantes como medida de protección para evitar ensuciarse las manos y contaminarse del nuevo Coronavirus sólo genera una falsa sensación de seguridad, que puede provocar la confianza de quien los usa y por ende algún tipo de descuido ante la acción involuntaria de tocarse la cara.
Más de un especialista en salud repite el mismo consejo: el mejor uso que se le puede dar a los guantes de látex es no usarlos. En su lugar, lo mejor es llevar a la mano algún tipo de antibacterial o alcohol, que permita la desinfección instantánea durante la estadía fuera de casa. Lavarse las manos, en cuanto haya la posibilidad, es lo inmediato y más afectivo.
De acuerdo con un estudio realizado por la revista ‘American Journal of Infection Control’ y citado por la agencia internacional de noticias AFP, se estima que, en promedio, una persona se toca la cara al menos 20 veces cada 60 minutos, por lo que, aún con guantes, si se tiene contacto con una superficie sucia, se puede contraer el Covid-19. Sin contar el riesgo de contagio a otras personas cuando esos guantes son desechados.
Lavarse las manos cada dos o tres horas, no usar guantes y mantener distanciamiento social de- al menos- dos metros siguen siendo las maneras más afectivas de evitar contagios.
¿Qué hay del tapabocas?
El uso del tapabocas ha sido muy controversial y con versiones encontradas en un principio. Unos decían que no era necesario usarlos ante la ausencia de síntomas. Otros, que los únicos capaces de proteger del virus eran los tapabocas modelo N95. Las personas, de manera intuitiva, decidieron protegerse, hasta que hace un par de meses la Organización Mundial de la Salud anunció que el uso de cualquier tipo de tapabocas es útil y necesario a la hora de evitar la propagación de la enfermedad.
En Bogotá su uso es obligatorio.
Ante los cuestionamientos y discusiones sobre el material más efectivo la revista científica ‘Annals of Internal Medicine‘ publicó una investigación que respalda que las mascarillas de tela, más simples y que se pueden coser o confeccionar con materiales domésticos, sí son útiles en la lucha contra el coronavirus.
Los científicos canadienses de la Universidad McMaster y el Hospital St. Joseph explican que estas mascarillas reducen la contaminación del aire y evitan que las gotas lleguen a las superficies. Por lo tanto, su uso es eficaz, pero solo si se hace junto al distanciamiento social y el correcto lavado de manos.