El mundo ve su futuro a través de Asia, específicamente de China, donde se registró el primer caso positivo de Covid-19 en noviembre de 2019. Este país permaneció confinado hasta abril, cuando el mundo occidental enfrenta el primer pico de la epidemia.
El comportamiento de la enfermedad ha sido dirigido por las medidas gubernamentales de cada país. En España, Italia y Francia, los casos más críticos de Europa, no seguir el ejemplo de China como aprendizaje para enfrentar a tiempo la pandemia, ha costado la vida de poco más de 88 mil personas.
Peor aún es el caso de Estados Unidos, el cual tampoco apreció los lamentables números europeos ante la primera crisis de Covid-19 para tomar decisiones más represivas. Hoy la potencia norteamericana lamenta la muerte de más de 90 mil personas, más descensos que los registrados en estos tres países europeos y en menos tiempo.
Pero, un mes después de que China cantara victoria en su lucha contra el nuevo Coronavirus, hace poco más de una semana elevó el nivel de riesgo epidemiológico en un barrio de Wuhan, después de descubrir un caso positivo. Al margen de éste, China registró nuevos casos de Covid-19 en su territorio. Es la primera vez desde el 1 de mayo que el país anuncia un aumento en el número de contagios.
Las economías comienzan a desplomarse y con ellas la necesidad de reactivarse, entregando a la conciencia individual la responsabilidad de ‘autocuidado’. En España, por ejemplo, la cuarentena empieza a flexibilizarse. Lo mismo ocurre con algunos otros países europeos.
En Alemania, pocos días después de que la canciller Angela Merkel diera el visto bueno para relajar la cuarentena, datos oficiales revelaron un aumento en el número de casos. La tasa de reproducción del virus subió allí a 1,2 y 1,3 por varios días, cuando mantenerla por debajo de 1 era una parte fundamental en la ecuación para relajar las normas.
En Colombia, desde el 27 de abril cuando dos de los sectores económicos más importantes se reactivaron y se decretaron otras flexibilizaciones desde el 11 de mayo, los nuevos casos aumentaron súbitamente de 200 a 600 y 700. El país está a punto de alcanzar los 20 mil casos y 700 muertes.
Tal como lo explicó Andrew Tatem a BBC Mundo, investigador de enfermedades emergentes de la Universidad de Southampton, en Reino Unido, «es lo esperable».
«No estamos en una etapa en la que se elimina la enfermedad. Hay maneras de frenar la aparición de casos, pero para eso se necesita una vacuna, o que todo el mundo haya sufrido la enfermedad y tenga cierto tipo de inmunidad, y ese no es el caso».
«La gran mayoría de la población- en algunos casos el 95%- sigue siendo susceptible al virus, que sigue circulando por el mundo. Así que definitivamente esperamos que se produzcan más casos».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también hizo una advertencia, aventurando incluso que el virus podría quedarse entre nosotros para siempre, como ha ocurrido con el VIH.
«Es importante poner esto sobre la mesa: el virus podría convertirse en otro virus endémico en nuestras comunidades y estos virus podrían no irse nunca», sentenció Mike Ryan, director de Emergencias Sanitarias de la OMS.