Siendo uno de los problemas sociales con mayor crecimiento a nivel mundial, el debate del embarazo adolescente en Colombia se ha abordado distorsionadamente desde la falta de educación y entendimiento no solo por parte de nuestros niños y niñas, sino de sus autoridades en casa, en las escuelas y en el Gobierno.
En nuestro país, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, 6.o45 jóvenes de 10 a 14 años y 135.769 adolescentes tuvieron un hijo en el 2015, niños y niñas que cada vez a más temprana edad inician sus relaciones sexuales trayendo consigo consecuencias inesperadas como el embarazo.
Hombres jóvenes, ustedes también son responsables de las circunstancias que desenlazan en un embarazo
El contexto sociocultural de los adolescentes está arraigado a la tradición de roles en función del género, que frente a la realidad del embarazo adolescente que hoy nos pertenece como sociedad, nos obliga a desmitificar una de las muchas ideas erróneas al alrededor de este tema: El embarazo adolescente es un problema que solo le compete a nuestras niñas y a nuestras mujeres.
Hombres jóvenes, ustedes también son responsables de las circunstancias que desenlazan en un embarazo. Pregunten sobre el tema en sus casas y en sus escuelas. Ustedes también deben de saber la importancia de conocer y de usar los métodos anticonceptivos, de la responsabilidad que les trae el ser papas y algo muy importante, de la repercusión de un embarazo temprano para su proyecto de vida y el de la mujer.
Todos tenemos la responsabilidad de educarnos
Cuando el Estado Colombiano no está haciendo todo lo que se puede hacer para reducir el tema del embarazo adolescente, hacemos un llamado para que los padres de familia, las escuelas y el Gobierno vinculen como actores activos de una problemática latente como lo es el embarazo temprano a nuestros niños y hombres.
Todos tenemos la responsabilidad de educarnos como sociedad para evitar que las cifras de embarazo temprano dejen de incrementar en nuestro país y pueda mejor la calidad de vida de nuestros adolescentes en función de su proyecto de vida.
Fuente: Coosalud