Con cada pico en los niveles de contaminación en la ciudad se disparan las consultas por enfermedades respiratorias. Sin embargo, según el oftalmólogo Jaime Arango, miembro de la Unidad de Superficie Ocular y Ojo Seco (Uso-s), en estos últimos meses, ocho de cada diez niños visitan los consultorios oftalmológicos por alergias en los ojos.
Esto se debe a que la superficie ocular está siempre expuesta al medio ambiente y con esto a los agentes irritantes y contaminantes del aire. “El ojo humano recibe cerca de diez mil litros de aire, y si ese aire está contaminado, el ojo es más propenso a desarrollar conjuntivitis alérgicas o irritativas”, señala el doctor Arango.
A este respecto, el doctor Jaime Arango menciona que los superalergenos son los responsables de algunos casos de conjuntivitis alérgica e irrititiva, puesto que las partículas de diésel encapsulan las partículas de polen, polvo y otros alérgenos que ingresan al ojo y generan molestias.
Igualmente, el experto afirma que la contaminación puede empeorar los síntomas del Síndrome de ojo seco, una patología en la que las glándulas lagrimales no producen suficientes lágrimas para mantener lubricada la superficie ocular. Este Síndrome tiene diversas causas, como el uso de ciertos medicamentos, las alergias, la menopausia, entre otras.
En la última reunión de la Academia Americana de Oftalmología, realizada en 2017 en Nueva Orleans, Estados Unidos, uno de los temas centrales fue el Síndrome del ojo seco. La conclusión a la que llegaron los expertos fue que en las ciudades más contaminadas, como Nueva York o Chicago, existe una relación directa entre la contaminación ambiental y el ojo seco: entre el 17% y el 21% de los pacientes con el síndrome, presentaron complicaciones asociadas con la contaminación.
Es importante señalar que, en casos extremos, el Síndrome del ojo seco y las conjuntivitis alérgicas e irritativas pueden desencadenar en una queratitis, que es la inflamación de la córnea. Por eso es importante consultar con un oftalmólogo ante molestias como enrojecimiento, dolor en el ojo, secreciones anormales o pérdida de visión.
Más vale prevenir…
El especialista Arango es enfático en señalar que la contaminación, por sí sola, no es la responsable del ojo seco. Sin embargo, comenta que se pueden prevenir los efectos de la contaminación usando lubricantes, o lágrimas falsas, sin conservantes. “Comer alimentos ricos en omega 3 puede mejorar la producción de lágrimas en el ojo. Igualmente, se recomienda a todas las personas que tengan una buena higiene palpebral, es decir, en el borde de las pestañas”, apunta.
Por su parte, la oftalmóloga Catalina Chica señala que una dieta rica en frutas y verduras con antioxidantes, como la zanahoria, la sandía y los vegetales de hojas verdes ayudan a mantener una buena salud visual pues “disminuyen la producción de los radicales libres”.
Fuente: El Mundo