El Ministerio de Salud y Protección Social confirmó en menos de 12 horas un caso importado de sarampión, a través de las pruebas de laboratorio realizadas por el Instituto Nacional de Salud. En una rueda de prensa los funcionarios revelaron que se trata de un niño de 14 meses de edad proveniente de Caracas y que actualmente está radicado en Medellín.
Al rastrear los antecedentes del paciente se estableció que llegó a Medellín el pasado 3 de marzo luego de pasar por Cúcuta. El menor no cuenta con antecedente de vacunación para la enfermedad y presentó los síntomas de la enfermedad el 8 de marzo.
Ante la notificación del caso el 13 de marzo, un equipo de respuesta inmediata Instituto Nacional de Salud se desplazó ese mismo día a la capital antioqueña para apoyar a las autoridades sanitarias de Medellín en la realización del cerco epidemiológico respectivo.
El caso es importante porque desde 2014, una comisión internacional certificó a Colombia como país libre de enfermedades infecciosas como el sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita. Tan sólo cuatro países de América reportaron casos de sarampión en 2017: Argentina (3 casos), Canadá (45), Estados Unidos (120) y Venezuela (70). Los casos de rubéola solo fueron reportados por México (1) y Estados Unidos (3).
Es una enfermedad altamente contagiosa, causada por un virus que se desarrolla en el ser humano y que se transmite por la inhalación de secreciones expulsadas cuando una persona contagiada habla, tose o estornuda. En 2011 Colombia registró un brote de sarampión, con un caso importado y tan solo cinco secundarios. En 2015 se detectaron tres casos importados.
«Hemos hecho el cerco epidemiológico para evitar la propagación del virus. Tenemos en Colombia excelentes coberturas de vacunación pero no debemos bajar la guardia», señaló Martha Lucía Ospina directora del Instituto Nacional de Salud, en la rueda de prensa.
Los síntomas aparecen generalmente en dos etapas: en la primera –entre el primer y tercer día–, la mayor parte de las personas presenta fiebre, tos, nariz que moquea (moco transparente) y enrojecimiento y ardor en los ojos. Al observar la boca de un enfermo se pueden identificar manchas blancas, llamadas manchas de Koplik, que se encuentran dentro de las mejillas y pueden semejar granos de sal en un fondo rojo.
La segunda etapa se inicia entre el tercer y séptimo día. Se caracteriza por erupciones rojizas en el rostro, que posteriormente se extienden por el resto del cuerpo, en forma descendente.
Esta es una enfermedad prevenible mediante la vacunación. No existe otra opción diferente a la vacuna triple viral (sarampión, rubéola, paperas) o a la vacuna bivalente (sarampión, rubéola).
De acuerdo con el esquema nacional de vacunación, esta vacuna se debe aplicar a todos los menores que cumplan 12 meses, y el refuerzo debe hacerse cuando el menor tenga 5 años.
Fuente: El Espectador