Qué son los clusters y por qué son tan importantes para el rastreo de casos de Covid-19

Un interesante trabajo publicado por el periódico El País, de España, habla sobre la mejor manera de rastrear los casos positivos de Covid-19, a través de Clusters o focos de contagios, y descarta la manera de rastreo tradicional- que es la que se practica en Colombia- como método más efectivo para efectos de identificación y aislamiento de casos.

Durante la primera ola de Covid-19 se habló mucho de R, o número reproductivo, que mide cuántos contagios se producen de media por cada caso. Ese número evoca un patrón típico y homogéneo para la transmisión: si un infectado contagia a tres personas, esos tres contagiados contagiarán a otras tres y así sucesivamente. Esto representa, más o menos, el comportamiento de la gripe.

Según el rotativo español, hay evidencias de que los contagios del nuevo coronavirus no funcionan así, sino que se rigen por lo que ocurre en grupos de personas. Investigaciones como la de la London School of Hygiene & Tropical Medicine o un reciente estudio publicado en Nature indican que unos pocos eventos (como un coro o una reunión mal ventilada) y unos pocos enfermos (quizás gente con gran carga viral o con mucha vida social) son responsables de gran parte de los contagios.

Se estima que el 80% de transmisiones son producidas por un 10%-20% de los casos. Si imaginamos cinco infectados, dos no infectarían a nadie, otros dos infectarían quizás a una persona cada uno y el quinto infectaría a ocho.

“Para decidir si el ritmo de una infección es de un tipo u otro, los científicos usan otro parámetro, el factor de dispersión K. Cuanto menor sea, más transmisiones se producen en grandes agrupamientos de personas. El K del Covid-19 puede ser tan pequeño como un 0.1, según algunos trabajos, menor incluso que el SARS (0.16) o MERS (0.25) y mucho menor que la gripa (1)”.

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Con la intención de conocer cuál es la posición de los expertos del país al respecto, entrevistamos a Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública, quien informó que se trata de una técnica de rastreo de contactos y de posibles lugares, que parte de entender el comportamiento epidemiológico bajo una lógica de evaluación retrospectiva, que ha tenido éxito en Japón. Se trata de una investigación que se hace de los lugares en los que estuvo el paciente positivo para Covid-19 antes de contagiarse, para identificar fuentes comunes de infección y rastrear a los contactos que ahí coincidieron.

“Es muy importante identificar esos espacios. En Colombia, las unidades de transporte público, metros, bares, restaurantes, gimnasios e iglesias pueden convertirse en clusters. Las reuniones familiares en lugares cerrados y poco ventilados también empiezan a convertirse en clusters o foco de infeccioso. En Colombia todos los días se nos cae un avión con las cifras de muertes sólo por cuenta del Covid-19, por ello los enfoques de rastreo a partir de los cluster resultan tan importantes, pero en el país, la situación económica empeora todo pues la gente no puede quedarse en sus casas, aunque sepa que está en riesgo de contagio”.

Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública.
Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública.

Considera interesante el enfoque de los cluster, de cara a los rastreos de casos de la nueva enfermedad. “Ojalá Colombia implemente todo esto”.

En el país, el Gobierno nacional implementó el programa de Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible (PRASS), que busca identificar contactos positivos a través de diversas herramientas de localización individual por distintos canales. Antonio Trujillo, experto en salud pública y profesor de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, explicó que, de acuerdo con las últimas evidencias, las aglomeraciones pequeñas en diferentes sitios se han considerado focos de propagación. «La información denota que incluso después de algunas fiestas en países europeos se ha visto una aceleración rápida de los contagios. Esto es importante porque vienen las fiestas de navidad».

¿Deberíamos rastrear al revés?

Tal y como lo afirma El País, si descubrimos que hay lugares y circunstancias donde los brotes son probables, podremos imponer medidas que los eviten. Japón es uno de los países que ha centrado su estrategia en la identificación detallada de cada cluster. Ha tenido altibajos en su curva, pero el peor pico de casos confirmados en Japón es similar al momento más benigno de la epidemia en España. Los fallecidos por millón de habitantes son allí 50 veces menos.

Insiste que, ir al origen del brote es una estrategia para cortar las cadenas de contagios.

Foto cortesía: rtve.es

Ahora mismo el rastreo funciona hacia delante: si yo doy positivo, se busca entre mis contactos a gente que pude contagiar los días alrededor de mis síntomas. Pero es probable- se está viendo- que yo no haya contagiado a nadie. ¿Cómo puede cambiar el rastreo de una enfermedad que se transmite por clusters?

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Una idea es hacerlo al revés: ir a buscar dónde me contagié yo. Porque será probablemente un evento de supercontagio. “Lo mejor sería aislar preventivamente a los que forman el cluster y hacer un rastreo más detallado y para atrás”, explica Yamir Moreno, de la Universidad de Zaragoza, quien ha analizado el impacto de los eventos sobre la difusión del Covid-19 en España. “Te permitiría ver ramificaciones de las cadenas de contagio que no verías haciendo el rastreo tradicional”.

Con el rastreo convencional, la persona contagiada que los rastreadores estudian tiene pocas opciones de haber transmitido la enfermedad. Pero la persona que le contagió a él pertenecerá probablemente al 10% o 20% responsable del 80% de los contagios. A su alrededor puede haber más contagios. La dificultad de eso es que exige mucha rapidez.

Su equipo ha estimado que, si pasan más de tres días desde la aparición de síntomas hasta el test y aislamiento, el rastreo dará pocos frutos. Sobre todo si ese rastreo es hacia atrás: los otros contagiados por el supercontagiador serán más difíciles de localizar y habrán tenido muchas oportunidades de transmitir.

Tras la investigación hecha por el rotativo, qué un virus se contagie por agrupamientos tiene un lado positivo: si unos pocos eventos son responsables de muchos contagios, se podría controlar una epidemia sin tener que actuar en todas partes, al menos en teoría. Si hay muchas situaciones que entrañan poco riesgo, y las conocemos, podríamos recuperar parcelas de vida normal sin ponernos en peligro.

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